Muchos Años de Fructífera Colaboración
Aunque la relación entre Juan y Hanne Campos con la SEPTG, empieza casi desde el inicio de esta asociación, en la década de 1988 a 2003 se intensifica la colaboración. Varios de los miembros de Gd’AB ocuparan cargos en la Junta directiva y participaran activamente en la organización de los Symposiums de la sociedad y en sus boletines. Los relatos que incluimos testifican de la colaboración intensiva y continua de los miembros de Gd’AB en la vida y obra de la SEPTG.
Sus Antecedentes
La relación de Juan Campos con la SEPTG desde los años setenta del siglo pasado, y de los miembros de Gd’AB con esta Sociedad a partir de finales de los ochenta viene marcada inter alias por las siguientes circunstancias.
Como se puede leer en otro apartado del blog, Juan Campos asigna especial importancia a las asociaciones profesionales de los grupoanalistas ya que las considera el espacio grupal por antonomasia donde se pone en evidencia la actitud grupal analítica. Allí se muestra si verdaderamente pensamos y funcionamos en términos grupales -o no- y cómo lo hacemos. La cuestión clave para él reside en el tema de la formación de los profesionales, una cuestión que investigó toda su vida desde diferentes ángulos. Cuando una asociación se propone formar a profesionales se ponen en evidencia las diferencias -a este respecto- entre sus fundadores o directivos, diferencias que determinan las fuerzas de poder y el grado de jerarquía tanto de las relaciones en el mismo grupo como con otros grupos.
Tal como Juan explicó en diferentes ocasiones, fue el tema de la formación el que hizo que él no se sumara a la SEPTG en el momento de su fundación en 1972, ya que los eventuales fundadores decidieron no incluir esta cuestión de manera formal en los objetivos de la Sociedad –cosa que en aquel entonces le interesaba como profesional, posiblemente el primer europeo, “doblemente formado en psicoanálisis y psicoterapia grupal analítica”. La SEPTG decidió dar prioridad al objetivo de intercambio de experiencias y técnicas. Pero también fue el tema de la formación el que le hizo decidirse a hacerse miembro en 1978 y precisamente por la razón inversa. Se hizo evidente que la formación en la SEPTG no se institucionalizaba sino que se iba creando de manera continua y multidisciplinar.
El funcionamiento de la Sociedad, que no tiene sede fija, se asienta en un trípode que asegura una continuidad regular, como el latido de un corazón grupal, aunque a veces se salte uno o padezca taquicardia: Una Junta Directiva —cargos clásicos, más vocales de zonas geográficas, de prensa y libre, todos en su mitad elegidos anualmente—, un Symposium anual celebrado en diferentes lugares geográficos, y un Boletín editado de manera diversa. No solamente la característica multidisciplinar de la SEPTG sino el que pueda ser miembro cualquier persona que trabaje con grupos, que pueda certificar una experiencia de 200 horas y esté recomendada por tres miembros, representa una riqueza de intercambios y de formación directa e indirecta para todos los miembros. Esta manera no institucionalizada de formación, reconsiderada en 1978 le parecía a Juan una oportunidad excepcional para crear alternativas a las asociaciones disciplinares al uso.
Aunque la colaboración de los miembros de Gd’AB con la SEPTG podría leerse enteramente en clave de formación, en la etapa que estamos considerando se suman a los conceptos que Juan Campos de algún modo identifica como “grupales”, es decir conceptos que resulta difícil o imposible devolverlos a un nivel individual de significado, dos de ellos: la historia y lo escrito. Decíamos en otro momento que las historias siempre son grupales… y todo lo escrito es una historia grupal (ver Grupoanálisis e historia).
Por casualidad se encontraron en los años noventa en los archivos de Juan unos documentos (1) sin publicar que se refieren al desarrollo de los primeros once años de la SEPTG. A raíz de unos Symposiums difíciles en 1979 y 1980, en el siguiente de Cuenca (1981) se afronta el tema de un análisis institucional de la SEPTG, becando en 1983 a tres miembros de la SEPTG para que realicen —con la supervisión de un sociólogo externo— una reflexión sobre la misma Sociedad de la que se hace una primera devolución en el Symposium de Alicante (1984). En Cuenca también se reclama una revisión de los Estatutos, cuyo resultado se aprueba en la Asamblea General de Las Palmas (1983). La lectura de estos documentos es apasionante y son muchas las conclusiones e interpretaciones a extraer que podrían ser útiles para comprender el camino recorrido y por recorrer por la Sociedad. De cualquier modo, lo que aquí queremos subrayar una vez más es el interés de Juan en la historia como referente grupal. A este referente a principios de los ochenta se suma y se sobrepone la inscripción legal, la revisión de los Estatutos, que representan un doble contenedor de los significados y del desarrollo de la Sociedad.
En cuanto a la escritura, hay aún otro acontecimiento significativo en aquella época. En el Symposium de Mallorca (1980) por primera vez se presentan las ponencias por escrito y una de ellas encuadernada, una costumbre que se continua durante algunos años. También por aquellas fechas se empiezan a publicar algunas de las presentaciones del Symposium en el Boletín, llegando en 1990 a la heroica gesta de resumir los trabajos de los Symposiums XVII y XVIII y transcribir y publicar trece páginas de grabaciones de debates y coloquios en grupo grande del primero.
Estos aspectos específicos que Juan Campos valoraba y fomentaba en su colaboración en y con la SEPTG, son también los que marcaron a las contribuciones de los otros miembros de Gd’AB en la SEPTG. Para organizar esta contribuciones (1988-2008) hemos elaborado una tabla en relación a los symposiums, boletines y cargos en la Junta.
A continuación presentamos nuestra visión actual de cuanto hicimos y compartimos entonces:
- Contribuciones y Colaboraciones de Juan Campos Avillar
- Hanne Campos recuerda…
- Mercè Martínez recuerda…
- Pere Mir recuerda…
(1) “Historia comentada de la SEPTG: Aproximación a un análisis institucional (1972-1983)”, a posteriori publicada como parte de una “Historia Abierta…” celebrando el 25 aniversario de la Sociedad; junto a catorce Constituciones de asociaciones españolas, europeas y americanas.