Hanne Campos recuerda…

Hanne Campos recuerda…

Tal como se explicó en la introducción a la presente etapa, en 1972 y después de dos años de discutir las características fundacionales de la nueva sociedad, la SEPTG decidió no incluir las condiciones de una formación reglada en sus Estatutos y, en vez de ello, priorizar el intercambio de experiencias y técnicas como uno de sus objetivos principales. De esta manera los procesos de formación en la SEPTG no se institucionalizaron sino se iban creando de manera continua y multidisciplinar.
En el paso de los años ochenta a los noventa hubo en la historia de la SEPTG otros acontecimientos que de nuevo pusieron sobre la mesa la posibilidad de una formación reglada o institucionalizada. Esta vez fueron circunstancias externas, a nivel europeo y después nacional, que hicieron necesarias una discusión y una decisión al respecto. España —junto a Portugal— se hizo miembro de la Comunidad Europea en enero 1986. En 1993, los países de la CE firmaron el Tratado de Maastricht y una de las muchas consecuencias de este tratado, previstas durante años, fue la libre circulación de profesionales y la necesidad de unificar criterios de formación. En el campo de la salud en general y de lo terapéutico y psicosocial en particular esto significaba la creación de organismos que a nivel nacional aseguraban la formación adecuada.

En 1992 se creó en España la Federación Española de Asociaciones de Psicoterapeutas —FEAP. Las circunstancias fundacionales y el desarrollo sui generis de esta Federación sobrepasa con mucho los objetivos de los comentarios presentes. Juan Campos informaba durante años de estas circunstancias (Correspondencia JC), insistiendo que la cuestión de la formación en la SEPTG requería una discusión seria de las alternativas. La SEPTG fue representada en la naciente FEAP por el/la Vocal Libre  y a los miembros se les informó y se les pidió sus opiniones (Correspondencia miembros SEPTG). El proceso de una posible pertenencia de la SEPTG a la FEAP se extiende desde la reunión preliminar de constitución de la FEAP en diciembre 1991 —eventualmente fundada el 17 de junio de 1992— a la que se le invitó al entonces Presidente de la SEPTG, hasta la Asamblea General del XXII Symposium de la SEPTG en Aiguablava en mayo de 1995, cuando los miembros de la Sociedad deciden no continuar con la aplicación para ser miembro de la FEAP, y deciden continuar con el esfuerzo de clarificar y profundizar el tipo de formación característica de la SEPTG.

Yo misma (HC), en este último momento fui Presidenta de la SEPTG y elaboré y entregué a los miembros un cuadro sinóptico de la Formación en la SEPTG, incluidos los detalles del mencionado proceso. Los archivos en mi poder reflejan el esfuerzo durante aquellos años de las subsiguientes Vocalías de Formación, Juntas Directivas y miembros de la SEPTG, y la contribución continua e incansable de Juan Campos. De particular interés es una reunión especial celebrada el 2 de julio de 1994, significativamente en Zaragoza, para considerar y dirimir la cuestión de pertenencia de la SEPTG a la FEAP.

Durante la década que estamos comentando, progresivamente se suman miembros de GdAB a la SEPTG. El principio del proceso SEPTG-FEAP (1992) me encuentra ejerciendo las funciones de Vocal de Prensa. Parece que lo de Prensa tiene algo de destino. En el Symposium del ‘88 hago la propuesta de reunir los escritos de los socios en una colección para que personas interesadas puedan tener acceso y fotocopiarlos sí lo desearan, idea que para el Symposium del ‘89 pongo en práctica, reuniendo en una mesa todos los que se habían enviado o traído, confeccionando un índice para el Boletín siguiente. En este último también presento una comunicación que se titula “Propuesta para Contextualizar el lugar de la Escritura”, relacionándola muy lacaniamente —acababa de salir de diez años de pertenencia a una asociación profesional de esta impronta que había ayudado a fundar— con el tema del Symposium “Alienación y Encuentro” y afirmando ya entonces que la historia de los hombres empieza con la escritura. Sea como sea, mis colegas de la SEPTG no se asustaron lo suficiente y me confiaron la Vocalía de Prensa en 1991.
Sin lugar a duda también tenía presente el tema de la formación ya que un apartado estable de los cuatro Boletines (Época IV, 4 y 5 en 1991, nº  6 en 1992 y nº 7 en 1993 – Ver índices) que edité durante esta etapa es el de “Asignatura pendiente: Formación y Formación Continuada”, donde se publican artículos de colegas insignes de la SEPTG. Otro apartado relacionado con formación, multidisciplinar en este caso, es el de “Encuentro con las teorías a través del diálogo con los colegas que las sostienen”, empezando por una entrevista con Luis Cabrero y la visión sistémica en su trabajo con personas que sufren esquizofrenia y con sus familias. Después resultó imposible sostener la continuidad de este apartado de formación “continuada”.

Los Symposiums XIX (1991) y XX (1993) versaban sobre el tema de las comunidades terapéuticas. Me parecía un tema radicalmente grupal y una gran oportunidad de publicar tanto los trabajos nacionales como internacionales, más aún cuando el año anterior habían muerto dos de los pioneros más destacados de este campo: Maxwell Jones y Tom Main. Tal como lo recuerdo, incordié y perseguí a los colegas que trabajaban en comunidades hasta que accedieron a compartir sus experiencias por escrito. Estaba convencida de que el microcosmos de la comunidad terapéutica puede echar luz a otras situaciones de convivencia colectiva, social e institucional y no en último término también a las propias asociaciones profesionales. Podríamos pensar que una Sociedad multidisciplinar coma la SEPTG, también de algún modo constituye una comunidad terapéutica o cuanto menos una comunidad de aprendizaje con efectos terapéuticos. Más allá de preguntarnos sobre qué tipo de comunidad terapéutica somos, cabe preguntarnos sobre qué problemáticas actuales evidenciamos como emergente social. Coordiné la publicación de dos Monografías y un Suplemento (“Comunidad Terapéutica y/o Terapia de la Comunidad Monografía I y su suplemento” y “Comunidades Terapéuticas: Métodos, objetivos y línea de pertenencia” Monografía II y su suplemento. El segundo Suplemento lo publicó con todo cariño el Vocal de Prensa Patxi del Amo que me siguió en el cargo, recogiendo unos muy “septegeniales Ecos del Symposium” de Valencia para concluirlo.  Como se puede ver de los índices, editoriales y postdata que aquí incluimos el tema está a caballo entre la formación y la historia, entre la práctica y la teoría, y las Monografías presentan una visión histórica de este contexto complejo.

No sé si es este el lugar, pero en retrospectiva tengo que reconocer que para lo que es la SEPTG —es decir, una sociedad tolerante y paciente con las diferencias de sus miembros y con el ritmo de su propia evolución— no he sido una Vocal de Prensa idónea. Soy exigente en cuanto a objetivos. Por ejemplo, tal como escribo en algunas de estas páginas, cuando reúno el material de la primera Monografía ya tengo en mente la segunda.  Pensando en términos de sistemas subrayo “la idea que los sistemas llamados “superiores” están formulados en lenguajes que, por razones extrínsecas al contenido que transmiten, se convierten en lenguajes socialmente dominantes. Sostengo la convicción surgida de la práctica que esta supuesta “superioridad” o “dominancia” encuentra su “sentido común”  solamente en un proceso que pasa, nuevamente, por el diálogo. Indicaba con esto que la Monografía I es un documento de trabajo que pretende recoger el sistema dominante que actualmente rige las así llamadas comunidades terapéuticas para abrirlo al diálogo del XIX Symposium de la SEPTG, que a su vez abocará en una Monografía II que pretende ser punto de partida de una nueva praxis y nuevas elaboraciones teóricas…” Me interesa el cambio colectivo y ¿qué se le va a hacer? Y digo con ironía que mis colegas de la SEPTG aún tenían que soportar una tercera monografía sobre la historia de la Sociedad.

Mesa Inauguración Symposium Aiguablava. Mercè Martínez, Víctor de Dios (Vocal prensa), Representante institucional, Hanne Campos (Presidenta) y Maite Pi. SEPTG, 1995

En 1993 soy elegida Presidenta de la SEPTG, cargo que creo que ejerzo con algo más de propiedad. He tenido el honor de inaugurar cuatro Symposiums de la SEPTG (Ver textos inauguración). A casi dos décadas de distancia aún afirmaría las ideas sostenidas respecto a la SEPTG en estas breves alocuciones. En la primera sugiero que la característica nómada, parte dominante y valorada de la identidad de nuestra Sociedad, se produce en relación a otra identidad a la vez incompatible y complementaria que es el sedentarismo. Nos duele no tener sede fija, nos cuesta negociar la escritura como elemento que fija, aunque sea temporalmente, ciertas posiciones teóricas, ciertos acontecimientos históricos… Seguir pensando en esta línea podría sernos útil. De las grandes estepas del nomadismo en el siguiente Symposium nos vamos al litoral mediterráneo, un litoral que podemos pensar como literal, un encuentro entre la palabra escrita —que a veces se cristaliza en una teoría como las rocas de aquella costa brava—y el diálogo —el mar de nuestras emociones que da contra la roca reclamando hacer impronta de necesidades y deseos. Desde el litoral-literal el diálogo en aquel momento se abre de costa a costa. Una colega argentina, desde “el rol de miembro correspondiente” como ella dice, concelebra la inauguración del Symposium por e-mail dando las razones por las que para ella el Boletín resulta un importante texto de aprendizaje. El tercer Symposium que inauguro lleva un tema radicalmente grupal: matriz y cauces de lo grupal. Sugiero que madurar significa, entre otras cosas, transformar una matriz psicobiológica —con la madre, la familia— en una matriz psicosocial más compleja, y que las dos se diferencian en que la última es una matriz que nos pertenece a todos, nos es propia como especie y que es una matriz capaz de cambiar. Nos deseaba a todos que la SEPTG mostrara ser una matriz lo suficientemente buena para la maduración de los individuos y los grupos o como decía un colega “un sistema evolutivo y contenedor que soslaya el riesgo de caer en un sistema defensivo socialmente estructurado. » También tuvimos la suerte de que nuestro Vocal de Prensa, Patxi del Amo, sin lugar a duda con gran esfuerzo, sacó un número extraordinario del Boletín con los trabajos que se presentaban en el Symposium para antes del encuentro. El último Symposium que inauguré se acerca a la fecha del 25 aniversario de la Sociedad. Cito de los anales que la SEPTG se había fundado con un talante contracultural pero que sería importante recordar que en los años 70 esto significaba una postura crítica respecto al autoritarismo imperante tanto en el terreno social de la dictadura franquista como en el terreno profesional de la psiquiatría clásica, y que actualmente en los años 90 los hilos del poder se movían a nivel internacional y mundial, y por eso nos resultaba aún más difícil identificar la imposición de la autoridad y la violación de lo propio. Desde luego, sería interesante discutir dónde se encuentra la SEPTG del 2011 en relación al mundo actual globalizado yendo de crisis en crisis. Lo cierto es que la SEPTG es sólo una institución más en este mundo y sufre los mismos problemas que el resto de grupos y organizaciones. La diferencia es que la SEPTG hasta el presente es capaz de sostener este espacio de cuestionamiento socio-profesional y también personal donde las divergencias una y otra vez encuentran sus puntos de integración en un diálogo continuo entre los miembros a lo largo de los años. Uno de los miembros presentes en aquel Symposium de 1995 y que nunca había faltado ni a uno era nuestro Presidente de Honor Joan Palet, fallecido en 2008, y es a él a quien pasé la palabra en esta mi última invitación al encuentro anual. Desde aquí un recuerdo amoroso.
En los archivos de mis tiempos de Presidenta de la SEPTG hay un centenar largo de misivas que no se prestan a ser transmitidas de manera útil. Sin embargo, las trece comunicaciones regulares (aviso que falta la primera) que envié a la Junta en preparación de las reuniones, en aquellos tiempos enviados aún por correo ordinario, dan una idea clara del ambiente de las sesiones y de las cuestiones que se debatieron y resolvieron durante aquellos cuatro años. El texto de las últimas dos comunicaciones se presenta por separado, ya que considero que muestran de la manera más resumida lo que ha sido mi actitud y o si acaso mi contribución como Presidenta.

Pues, esto más o menos ha sido mi contribución al trabajo conjunto con mis colegas de la Junta durante aquellos años. Evidentemente, lo que no se plasma es que también discutimos y no siempre estábamos de acuerdo o no siempre nos entendíamos unos a los otros. De hecho, la que fue secretaria, Paqui Vargas, me llamó al orden porque durante las primeras reuniones dejé que ella organizara el diálogo y diera el turno de palabras y me informó que esto era función del presidente y no de la secretaria. También Patxi del Amo, el entonces Vocal de Prensa, en la Junta de mayo de 1996 me pide guardar las formas porque no había levantado la Junta anterior y que aún estábamos reunidos. Sí, creo que esto de ser presidenta me iba grande y estaba más nerviosa de lo que se veía.

Como miembro de GdAB y miembro (presidente) de la SEPTG quiero transmitir un pequeño impulso que había dado desde esta doble membrecía en pos de la investigación de un proyecto de Taller de Respuestas Multidisciplinares. La correspondencia muestra de lo laborioso que puede resultar el sostener un hilo conductor de una posible investigación. Me parece interesante el  resumen que confeccioné de las respuestas de ocho colegas que participaron, creo que, en el Taller de Mérida. Quizás algún día alguien quiera continuar…

Simposium SEPTG, 1996, El Escorial. H. Campos presenta su trabajo

Independientemente de los cargos que haya podido sostener en la SEPTG, mi contribución en la década de los ’90 es también y sobre todo en los Symposiums anuales. En 1995 comienzo mi tesis doctoral “grupal” que realizo durante cinco años en colaboración con nueve colegas en un grupo multidisciplinar. El hecho es que no solamente el tema de salud social se relaciona con el tema del Symposium de 1995 sino, tal como explicamos en el Boletín, el tema elegido y la metodología sugerida por los coordinadores de la ponencia para trabajarlo en grupo previamente al encuentro nos ha llevado a poner en marcha un proyecto de investigación sobre el grupo como espacio social de salud, avisando que seguro que no estará concluido cuando nos encontremos en el Symposium. Así fue. La SEPTG gentilmente publicó en los sucesivos Boletines lo que nos era posible reportar. Quizás, para abrir boca, y resumiendo mucho, la hipótesis básica es que las concepciones de salud desde las diversas disciplina llevan a modos de pensar u sentir paralelos o divergentes entre sí, cuya articulación parece que en nuestra sociedad resulte innecesaria o indeseable… El método que utilizamos, el grupo de análisis, es un grupo que hace posible integrar los diferentes sentidos de la salud y de reintegrar las ideas en la experiencia…  “El Grupo de Análisis, Espacio Social de Salud”, Boletín de la SEPTG No. Extraordinario (Mayo 1995), pp. 127-137. En nuestro grupo multidisciplinar pensamos que la posibilidad de compartir nuestras diferencias de lenguaje y de discursos nos permitiría comprender de qué manera nos dividen las grupalidades que estos crean y así poder plantearnos cómo reintegrar estas divisiones en la experiencia. Recurrimos a un esquema —que después se convierte en el esquema base de mi tesis— y que nos parecía visualizar las problemáticas implícitas y explícitas de la multi-disciplinariedad. Se trata de un esquema sistémico, una “Representación de sistemas de niveles múltiples de la experiencia humana total y la actividad motivada”. Exploramos con él en nuestro grupo —material que trajimos al Symposium del ’96 con nuestra presentación— y encontramos que el esquema nos permitía, como dice el título de nuestro trabajo de 1996, un “Análisis de las Grupalidades: (que crea) un Espacio Social de Salud”, Boletín de la SEPTG, No. Extraordinario (Mayo 1996), pp. 37-46.   El factor de salud estaría en la permeabilidad de las fronteras lingüísticas de las diferentes grupalidades y en cómo asegurar esta permeabilidad, su condición de piel simbólica viva, de sistema abierto. Lo que debemos “diseñar” son los “Pasos de Análisis y Síntesis Inter-Experiencial” para que puedan ser espacios de cambio y de crecimiento.

Es importante añadir dos cuestiones. Con este esquema no solamente experimentamos en nuestro grupo sino me puse en contacto con algunos presentadores más del Symposium ’96 explicándoles la circunstancia del esquema de Jantsch y pidiéndoles, si pudieran, comentarlo y posiblemente pensarlo en relación al trabajo que ellos/as iban a presentar en el apartado compartido del Symposium. Todos pusieron muy buena voluntad y lo agradecí, pero claro, ellos/as no habían experimentado todo un año como nosotros y es difícil con poco tiempo hacerse cargo de cómo podría funcionar. Sin embargo, hay todavía otra circunstancia que nos alegró, y es que una colega de la SEPTG se sumó a nuestro proyecto durante todo el año. Una vez más, gracias.
Ya sea que los organizadores del Symposium de 1997 lo montaron más como un congreso, ya sea que el tema —Grupalidades e Instituciones— tenía este efecto, el hecho es que presenté un trabajo más personal en una mesa redonda; eso sí, nuestro grupo multidisciplinar sale en el foro y el trabajo versa sobre grupalidades: “Instituciones Enfermas: Grupalidades ¿sintomáticas de qué?”, Boletín de la SEPTG, Época IV, No. 11, Mayo 1997, pp. 49-52.  Este es un trabajo corto al que tengo mucho cariño… a veces yo misma me canso de mis trabajos largos y densos. Quizás haya salido corto porque tiene que ver con el mucho trabajo que estábamos haciendo en el grupo multidisciplinar y hay ciertas cosas que habían “cuajado” y las he podido decir de manera simple.
El Symposium de 1998, el último de esta etapa, lleva las señas de identidad de los Symposiums de la SEPTG. No solamente está pensado en términos de grupo sino está organizado por un grupo, un grupo estable de la SEPTG, el grupo de la Zona Este. Además, los portavoces de la ponencia son dos miembros de doble pertenencia de la SEPTG y de GdAB. No es que las cosas no podían ir mal. De hecho en algún sentido, que ya se mencionó, no podían ir peor. Pero somos luchadores y nos enfrentamos con los tsunamis de la vida cara a cara.
El tema iba de “Cambio Social y Nuevas Formas de Trabajo Grupal”. El tema daba para mucho y por esto el Symposium se había pensado en cuatro Subponencias: 1. Nuevas formas de trabajo grupal en el campo de la formación y en el cambio de actitudes sociales. 2. Trabajo grupal en los organismos dependientes de diferentes Administraciones. 3. Nuevas alternativas de trabajo grupal: ONG, grupos de autoayuda, voluntariado, etc. y 4. La gestación de una nueva cultura, la globalización de las comunicaciones: Cibergrupos. La Coordinación de la Subponencia la lleva Juan Campos.
El Symposium iba de cambio, y pensaba que sería una buena idea investigar un poco de qué estamos hablando cuando hablamos de cambio. Así que investigué el concepto de cambio desde la sociología (una obra reciente entonces: P. Sztompka (1995) Sociología del cambio social) y desde la psicología (un clásico de 1974: Watzlawick, P., Weakland, J. y Fisch, R., Change. Principles of Problem Formation and Problem Resolution- Cambio. Principios de Formulación y Resolución de Problemas). Este trabajo de bibliografía comentada se encuentra “A modo de Introducción”  al principio del Boletín de la SEPTG (Época IV, No. 13, Mayo 1998, pp. 13-28).
Se me había encargado la Coordinación de la Subponencia 1, para la que se habían entregado gran cantidad de trabajos. Como introducción a la Subponencia, y a partir de la bibliografía comentada, presenté un marco teórico  para pensar la cuestión de cambio con consideraciones finales sobre “Puntos de encuentro y no encuentro entre los dos abordajes, y preguntas a hacer” (Boletín, pp. 31-45).
Forma parte de la Subponencia un trabajo de nuestro Grupo Multidisciplinar Espacio Social de Salud titulado “Nuevos Objetivos en el Trabajo Grupal: Cambio de Actitudes Sociales para un Mundo Compartido”. (Boletín, pp. 53-59).  Decimos en el trabajo: Una vez más el grupo multidisciplinar Espacio Social de Salud trae al Symposium de la SEPTG parte del trabajo realizado durante el presente año. Este es el cuarto año que investigamos el tema de la salud… Recordamos que en el Symposium de Santander del años pasado, presentamos una metodología de trabajo profesional en instituciones que implica una pragmática de articulación continua y regular de los discursos disciplinares e institucionales en retroalimentación con una praxis que da cuenta de las ideas que rigen el trabajo, ya sea asistencial o docente. Esta metodología implica asimismo un nuevo tipo de espacio grupal de diálogo y elaboración continuo. Se puede pensar que la transdisciplinariedad es un deseo compartido por todos aunque en la práctica presenta grandes dificultades de realización más allá de las consabidas “mesas redondas”. Nuestra posición en este sentido se concretiza en el intento sostenido de empezar por la experiencia, por construir unidades de espacio-tiempo continuos y regulares compartidos por colegas de diferentes disciplinas… En este sentido hemos constituido en el Espacio Social de Salud dos lugares grupales… El análisis de contenido de las primeras siete reuniones… permiten reconocer las siguientes ideas que conforman el concepto de salud de este grupo multidisciplinar de profesionales: la imposibilidad de construir un significado único… El hecho del conflicto en la vida humana, sobre todo el conflicto entre aspectos individuales y sociales de salud… El acuerdo de que a todo concepto de salud subyace una ideología… La constatación de que hay conceptos de salud que parecen propios del momento histórico actual, pero que también se deben a la composición particular y multiprofesional del grupo en cuestión… Finalmente, la idea de cambio se funde con la idea de salud misma en cuanto vincula el sentimiento de bienestar con la posibilidad de cambio… En el ámbito de la salud no se trabaja solamente con las posibilidades de cambio de las personas individuales, sino a menudo se plantea la necesidad de cambio colectivo o institucional para subsanar hábitos disfuncionales tanto de los miembros como de la misma colectividad… Nuestras conclusiones en este sentido son: “Para este proceso de cambio son instrumentos básicos la posibilidad de diálogo intra- e interprofesional y la explicitación por escrito de las normas y objetivos que motivan el proyecto mismo del cambio institucional.”
Otra cuestión debatida durante este periodo de investigación se relaciona con la propia experiencia grupal como miembro de grupo. Se produce una toma de conciencia de algo evidente pero no siempre presente en la actitud o el pensamiento de los profesionales: todos los miembros del grupo viven y trabajan día tras día en grupos y con grupos. Esto lleva a explicitar la necesidad de una cierta formación en el trabajo grupal, de una co-conducción con otro profesional más experimentado o de la supervisión o co-visión de éste. Con ello se expresa la falta absoluta de cualquier tipo de espacios formativos de este tipo… El tema es infinito… ¡hay tanto que hacer!

HISTORIA ABIERTA… 25 AÑOS DE LA SOCIEDAD ESPAÑOLA DE PSICOTERAPIA Y TÉCNICAS DE GRUPO

Cierra esta etapa de colaboración de miembros de GdAB y la SEPTG con la publicación de la Historia Abierta… En mi  Comunicación nº 12 de la Presidencia a la Junta describo el proceso y el estado de la cuestión de esta publicación. Tanto el trabajo de la entonces Vice-Presidenta, Remedios Gutiérrez para sacar adelante el Reglamento de Régimen Interno, como el enorme trabajo que Patxi del Amo, Concha Oneca y Aurora Gil realizaron con la digitalización y organización de nuestras Actas, ambos formando parte de la Historia Abierta…, son trabajos de amor y merecen nuestro eterno agradecimiento.
¡Esperemos que algún día alguien se anime a llevar nuestra historia escrito unos pasos más hacia delante!

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