Symposium Laboratorio Intergrupal Metamorfosis de Narciso: Identidad Grupal o Cultura Grupal


Por Hanne Campos

El Symposium Laboratorio Intergrupal Metamorfosis de Narciso: Identidad Grupal o Cultura Grupal es el largo título que corresponde a la primera actividad propuesta por Grup d’Anàlisi Barcelona que reúne 36 participantes que trabajan sobre el tema durante un año en cinco grupos distintos de lugares diversos y cada grupo de su manera. La portavoz de este capítulo es Hanne Campos. La metodología del encuentro alternaba grupos pequeños y grupos grandes.

Introducción al tema

Este Symposium Laboratorio que eventualmente se celebró en Abril de 1993 es la primera actividad propuesta por Grup d’Anàlisi Barcelona que se funda en 1989. Ambos acontecimientos marcan un antes y un después en la investigación de Juan Campos de un grupo análisis transdisciplinar, transnacional, y forzosamente transpersonal[1]; marcan un tiempo de transición en el que se clarifican los límites actuales para llevar adelante una investigación de este tipo. En palabras de Juan: Una de las dificultades para pensar desde lo grupal se debe a la ausencia de códigos que lo representen; seguimos infiriendo lo social de lo individual. La esperanza es que los espacios plurales nos permitan crear estos códigos y un lenguaje compartido para abordar los problemas humanos del presente—que son fundamentalmente grupales y sociales. De esta manera la creación y el sostenimiento de espacios plurales se convierten en la base de la investigación grupoanalítica a la vez que en sus condiciones ineludibles.

1. Una de las condiciones es la existencia de un espacio-laboratorio[2] [3], cuya función es el análisis y la reflexión. Grup d’Anàlisi Barcelona es uno de estos espacios creados a fin de asegurar una continuidad y regularidad en el análisis del acontecer grupal y la contrastación de experiencias e ideas. Por cierto, el ‘Symposium’ en el título abunda en esta continuidad y regularidad ya que en España hace ya casi cuarenta años se refiere al encuentro anual de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupo que reúne personas y colegas para un intercambio de ideas y prácticas relacionado con la práctica grupal.

2. Otra condición básica que se intenta crear—para no favorecer o prevenir una ‘deriva individualista’—es un contexto intergrupal. A través de los años, Juan Campos ha intentado crear o movilizar diversos contextos intergrupales —la CAOA o las Secciones de la IAGP, los diversos grupos europeos e internacionales de la GAS, GAO (Grupo Análisis Operativo, una articulación entre Foulkes y Pichon) y otros. Estos enormes esfuerzos no han llevado a los resultados esperados.
Uno de los fracasos más estrepitosos en esta dirección es el esfuerzo de cuatro años de colaboración inter-grupal entre Grup d’Anàlisi Barcelona y el Grupo Quipu de Madrid. Este intento de colaboración es a la vez un antecedente del Symposium Laboratorio que comentamos, ya que la propuesta de un Symposium compartido en el contexto de unas III Jornadas de SEGPA para 1991 lleva por título “De la Metamorfosis de Narciso a una Cultura de Grupo”. Es una experiencia que puede arrojar mucha luz sobre el tema del narcisismo grupal e individual que surge como hilo conductor que lleva del Grupo Grande de Barcelona al Symposium Intergrupal. A los interesados se les refiere a los siguientes archivos: Antecedentes Quipu GdAB. Para Grup d’Anàlisi Barcelona en su convocatoria del Symposium es importante crear desde un principio una relación entre grupos que con anterioridad compartan su trabajo como grupos, indagando precisamente el tema que aparece durante la segunda mitad de la experiencia del Grupo Grande: el narcisismo individual y grupal.

3. Esto nos lleva a la segunda parte del tema de este Symposium Laboratorio Intergrupal, que es la Metamorfosis de Narciso. En la experiencia del Grupo Grande, el tema del narcisismo aparece relacionado a dos cuestiones: a lo que se refiere como narcisismo grupal y lo que se nombra como necesidades narcisísticas individuales. Hasta la mitad de la experiencia hacia finales de 1990[4], como se puede leer en el apartado dedicado al Grup Gran de Barcelona, un sentimiento compartido es que existe un alto nivel de narcisismo grupal. Aunque disminuye algo la asistencia, la gente viene al grupo, es activa y trae escritos, integra nuevos miembros y hace el duelo de la pérdida de los que se van. En aquel momento la persona que se había hecho responsable de convocar el grupo deja esta función, considerando que los miembros en su globalidad pueden asumirla. Esto, sin embargo, resultó ser una ilusión y se inicia una etapa de una reducción mayor en el número de miembros, nuevamente surgen preocupaciones sobre la identidad del grupo, el sentimiento de que no habíamos encontrado el modo de cuestionarnos sobre las problemáticas humanas actuales de manera que resultara motivador a los miembros y se hicieron evidentes las necesidades narcisísticas de cada uno y las expectativas no satisfechas.

Durante la experiencia en el Grupo Grande descubrimos que las alternativas actuales de grupos en la sociedad son grupos de identificación y de pertenencia, que alimentan las necesidades narcisísticas de sus miembros. El Grupo Grande no tiene identidad con la que identificarse. Es un grupo que reflexiona, que analiza, tiene un método que le permite dar diferentes significados a las problemáticas humanas individuales, grupales y sociales. Decía Juan: “No tenemos modelos para denominar el tipo de investigación que estamos intentando hacer, porque nosotros formamos parte de esta cultura narcisista”. Otra alternativa sería un grupo de trabajo con objetivos. En parte es lo que pasa cuando Grup d’Anàlisi Barcelona convoca el Symposium. Ya que parecía que el obstáculo era la cuestión del narcisismo individual y social, también parecía lógico de plantear la posibilidad de un cambio de las dinámicas narcisistas, de una metamorfosis. En nuestra búsqueda de respuestas a esta posible metamorfosis nos dirigimos al mundo del arte y de la literatura, al mundo de la filosofía y las teorías psicoanalíticas, y también a la práctica grupal en su cotidianeidad.

Una de las hipótesis que se mantiene hasta el Documento de Trabajo final fue que, en el momento que creamos un grupo de grupos, cada grupo representaría una determinada problemática social del narcisismo como estructurante en nuestra sociedad. Esto podría ser un factor de análisis en la evaluación de la experiencia.

 4. La última parte del tema del Symposium es: Identidad Grupal o Cultura Grupal. Si las alternativas actuales de grupos en la sociedad son grupos de identificación, de pertenencia, o grupos de tarea, todos ellos alimentando las necesidades narcisísticas de sus miembros, y nosotros no deseamos presentarnos como ninguna de estas alternativas, entonces ¿cómo se presenta Grup d’Anàlisi Barcelona?, ¿qué tipo de grupo es? En retrospectiva podemos añadir que, siguiendo la taxonomía grupal introducida por Juan Campos, no se llegó a postular a Grup d’Anàlisi Barcelona como un Grupo de Referencia. Tampoco sabemos cómo esto se podría haber planteado o si los otros grupos lo hubieran aceptado. Si se llegara a plantear esta alternativa, la pregunta sería ¿cuál es el tipo de identidad o de identificación que ofrece a sus miembros? Hubiera sido o aún es un posible planteamiento en el camino hacia una cultura grupal.

En cuanto a una cultura grupal, como decía Mercè Martínez: “nos quedamos en el camino hacia una cultura grupal”. Creo que es importante dejar constancia de lo que Juan Campos plantea cuatro meses antes del Symposium en lo que se refiere a este concepto. Sus ideas señalan posibles avenidas de investigación futura. Se puede leer de manera más extensa en el capítulo anterior donde se citan las sesiones grabadas y transcritas del grupo grande reunido en el despacho de Juan. Él dice:

“…aclaremos una cuestión, por aquí estamos manejando conceptos que yo he acuñado, lo de cultura, de manera distinta; creo que el sentido de una cultura grupal es cultivar el intercambio grupal; la cultura no se da en estado natural hay que hacer nacer un tipo de cultura distinta… distinta, no contra… Yo introduje el término cultura grupal. La idea es la de cultivar lo grupal…

…no hemos dicho, después de Pat de Maré, que éramos los que sabíamos de Grupo Grande. Estamos tratando de hacer otra cosa. La cuestión es cómo transmitir a los otros grupos nuestra idea de trabajo y cooperación en grupo…”

Aunque no estuviéramos conscientes en aquel entonces, Juan no solamente nos invita a considerar el concepto de cultura grupal y su creación en la práctica, sino asimismo apunta a su investigación más allá de este Symposium, adelantando de alguna manera el tema del siguiente Symposium dos años más tarde.

Vale añadir que Juan también nos transmitió de factoque una de las cosas que une a un grupo es su historia, su historia compartida, su historia escrita. ¿La historia es cultura, o es la cultura la historia?

Aquí viene la historia de un grupo de grupos que se dedicó unos años a dialogar en presencia y por correo sobre lo que nos pasa a los seres humanos con el narcisismo y qué es lo que tenemos que hacer con él para llegar a crear una convivencia solidaria y pacífica.

Quizás sea de interés comentar un recorte de diario y un anuncio de jornadas que encuentro entre felicitaciones de Navidad de Mercè y otros papeles al coger el archivo marcado “Narciso. Grupos de Contacto y Antecedentes”. En noviembre 1991, respondemos al anuncio de la recién fundada Asociación JONICA para el Desarrollo de Corrientes Alternativas Vitales (formada por un colectivo de profesionales que trabajan en las áreas de Salud, Educación y Servicios Sociales, con una metodología común) que por semejanza de tema, nos había invitado a sus I Jornadas Internacionales de Salud Mental y Ciencias Humanas sobre “Narcisismo versus Relaciones Amorosas” en Santander. Encabeza su tríptico una cita de Marguerite Yourcenar: “Los dioses no estaban ya y Cristo no estaba todavía… hubo un momento único en que el hombre estuvo solo” y otra de Karl Popper: “Estamos en un momento único de la Historia en que las ideologías han muerto y no hay nuevos mesías y el Hombre se encuentra solo con su responsabilidad… no podemos pensar en grandes teorías ni en grandes soluciones es necesario resolver los problemas concretos y tomar pequeñas soluciones”. El recorte de octubre 1992 es sobre la orca ‘Ulises’ que está enloqueciendo en el Zoo de Barcelona por las “in-orcanas” condiciones de vida allí. “Salvando a Willy” debe de ser de la misma época. Esto en cuanto al clima social de aquellos tiempos…

Convocatorias del Symposium Laboratorio y Contacto con posibles Grupos Participantes

A finales de 1991 <<Grup d’Anàlisi Barcelona>> se hace cargo de la convocatoria y coordinación de lo que en aquel momento se titulaba “Symposium y Laboratorio Intergrupales de Trabajo Analítico sobre el tema “Metamorfosis de Narciso: Identificación grupal o cultura grupal”. El hecho de que se enviaran sucesivamente cuatro versiones parecidas aunque no idénticas de anuncios a posibles grupos ponentes muestra que aún no estaban claras las razones prioritarias de la propuesta. Desde entonces han transcurrido casi dos décadas y ahora nos es más fácil resumir los puntos importantes de aquellas convocatorias.

Tanto el tema como el proyecto de trabajo surgen de las elaboraciones progresivas de una experiencia en grupo grande que en un principio se vio impulsada por unas jornadas en 1988 con el autor de esta modalidad de trabajo grupal, Pat de Maré, que después siguió de manera autónoma durante tres años y medio. Este grupo multidisciplinar que se reunía quincenalmente y cuyo funcionamiento ya se comentó, no pudo sostener su continuidad y se planteó un cambio de objetivos. Las circunstancias nos parecieron de diversa manera relacionadas con la cuestión del narcisismo: 1) La disminución de los participantes a diez fue un duro golpe. 2) La aspiración, por un lado, a congregar un grupo multidisciplinar y, por otro, una mayoría de profesionales “psi” puso en evidencia aspectos narcisísticos no cuestionados ni resueltos en la relación de los profesionales de este último ámbito con el resto de las disciplinas. 3) El diálogo cara a cara y los escritos producidos en relación al grupo cuestionan la escritura misma y su función como instrumento de cambio social. En la comunicación entre profesionales y entre disciplinas el papel y la función de la palabra escrita y del diálogo a viva voz siguen sin ser aclarados: este será un objetivo subsidiario en la investigación que nos proponemos como un experimento en el Symposium. La convocatoria es un paso más en un proceso de investigación individual y colectiva del inconsciente donde los diálogos por escrito llevan a encuentros cara a cara que a su vez culminan en un texto colectivo, punto de partida de un próximo paso.

En las convocatorias, Juan Campos nos recuerda largamente los que ya en su tiempo resultaban obstáculos para Freud[5]en la investigación del inconsciente social, y que la idea de que sea el trabajo en común el vínculo que une a un grupo de poco o nada sirve; recordemos a este respecto la Asociación Psicoanalítica Internacional para encontrar remedio a este mal. ¿Qué pasaría —se preguntaba Juan— si las cuestiones de autoría, de ‘enseñaje’ y de propiedad intelectual que se ocultan detrás de este problema, en vez de centrarlas en el individuo aislado, como siempre se hace hasta el presente, pudieran plantearse centradas en el grupo, aunque solo fuera por una vez? Cómo ser y hacer grupo, cómo adquirir una nueva identidad grupal sin perder las anteriores y la propia, es la cuestión implícita en este proceso. Y se preguntaba, ¿será posible que encontremos en este Symposium, aunque sea por un momento, respuesta a estas preguntas?

Refiriéndose a los síntomas y patologías de la sociedad, al comentar una conferencia de Adler «Sobre la Psicología del Marxismo», Freud decía que si bien “lo erótico se ha vuelto accesible mediante el estudio de las neurosis, en lo que atañe al destino de las otras pulsiones (pulsión yóica, etc.) solamente pueden investigarse mediante el estudio de los síntomas patológicos del cuerpo social». Nunberg, editor de los Protocolos de la Sociedad de Viena de donde procede esta cita a pie de página, añade: «Pocos años después, Freud invirtió la tesis, afirmando que solamente el estudio de las pulsiones yoicas permite comprender los síntomas patológicos del cuerpo social. (Véase ‘Psicología de la Masas y análisis del Yo’).

En este contacto con los posibles grupos participantes se afirma que el Symposium se concibe como una investigación en marcha, un experimento en vivo, llevado a cabo por un grupo de grupos y con técnicas de laboratorio sobre el «narcisismo grupal» y » sus pequeñas diferencias». Estos temas junto con las cuestiones de la «identidad grupal» parecían bien relevantes a la patología social de nuestro mundo occidental de fines de siglo y de milenio. Por casi tres cuartos de siglo, el mundo no solamente no había conocido la paz sino que la «comunidad humana» parece haberse deleitado en una gran orgía de guerra civil a escala mundial, independientemente de que los conflictos bélicos se manifiesten a nivel nacional, regional o mundial. Decíamos en las convocatorias, que todas estas manifestaciones como así el rebrote de nacionalismos y fundamentalismos ha seguido a un colapso de las utopías colectivistas y no son más que un síntoma de aquella patología de las comunidades culturales que se tornen neuróticas y para la que Freud asumía que su disección analítica pudiera servir de remedio. Freud esperaba que a pesar de las dificultades alguien algún día se embarque en esta tarea; y nos parecía a nosotros que ésta no podía ser acometida exitosamente por un individuo aislado ni tan siquiera por un sólo grupo profesional o una sola disciplina, sino que exigía un enfoque multidisciplinar y una metodología grupal e intergrupal que son los que caracterizan la propuesta del Symposium. La idea básica está en que del encuentro y del diálogo en común entre los miembros de grupos que previamente se han identificado por su trabajo común con una posición acerca del tema, bien pudiera surgir una cultura grupal distintaa la que estamos acostumbrados.

Finalmente, anunciamos que el Symposium se concibe como un encuentro de grupos no institucionalizados sino constituidos con el propósito específico de trabajar el tema y de presentarlo y seguir investigándolo en el contexto intergrupal del mismo. Se trata de una praxis analítica dirigida a explorar la cuestión del narcisismo individual y grupal tal como se manifiesta en nuestro quehacer clínico y docente, en nuestras producciones teóricas y prácticas asociativas como profesionales.

Las cuatro versiones de la convocatoria también se relacionan con el progresivo aplazamiento de las fechas del Symposium. Con demasiado optimismo primero pensábamos poder celebrarlo a finales de 1991, después a finales de 1992 y finalmente logramos hacer el encuentro en abril de 1993 ( Anuncio 1 ; Anuncio 2 ; Anuncio 3 ; Anuncio 4). Obviamente contactar con los colegas y posibles grupos ponentes nos llevó un tiempo considerable y explicar los objetivos no era tarea fácil.

En cuanto a los posibles grupos participantes, en total anunciamos el Symposium a 30 colegas con los que ya habíamos trabajado en proyectos grupales. Finalmente había 21 colegas en 5 grupos preparando sus contribuciones grupales para un documento de trabajo final a entregar antes del encuentro: tres en Madrid, de los que dos (de 3 y 4 colegas respectivamente) se sumaron al Symposium; tres en Barcelona, de los que dos se sumaron al Symposium (de 4 y 10 colegas respectivamente, y de los que 3 contribuyeron en los dos grupos) y un grupo que elaboró una contribución pero no pudo participar; y un grupo en Pamplona (de 8 miembros, de los que 3 asistieron al Symposium).

Unos días antes del encuentro y de manera consensuada, decidimos invitar individualmente a colegas que habitualmente tenían un contacto de colaboración con cualquiera de los 21 participantes en grupo, de manera que se sumaron 15 colegas más a los participantes, que en total sumaron 36 participantes.

 

Cuatro Intercambios de Documentos entre los Grupos Ponentes

Entre abril 1992 y abril 1993 la portavoz del comité promotor Grup d’Anàlisi Barcelona y de los grupos ponentes envía cuatro Circulares Intergrupales con los correspondientes documentos entregados por cinco grupos: Primer Circular Intergrupal del 5 de abril de 1992; Segunda Circular Intergrupal del 31 de julio de 1992; Tercera Circular Intergrupal del 30 de septiembre de 1992; Cuarta Circular Intergrupal del 15 de febrero de 1993. Justo antes del Symposium se envía el Documento de Trabajo de más de cien páginas, la introducción a este documento, una carta informativo sobre los horarios de los tres días, información económica y una hoja de inscripción. (Circular 1; Circular 2; Circular 3; Circular 4).

En el momento de la Primera Circular contamos aún con siete grupos participantes y hay aún colegas que están considerando sumarse al Symposium. En la Segunda Circular sólo cuatro de los grupos han entregado sus documentos para un primer borrador conjunto y se sugieren las fechas tope para que todos puedan intercambiar su documento máximo a finales de septiembre. También se hacen algunas sugerencias en cuanto a puntos de análisis del trabajo de cada grupo: avanzar proposiciones, análisis de proceso, análisis de las aportaciones de los otros grupos, como asimismo temas a discutir: economía del Symposium, etc. Con la Tercera Circular se envían los documentos de dos de los grupos que faltaban y que definitivamente se habían sumado al proyecto, y que en total entonces suman cinco. En la Cuarta Circular ya se acercan las fechas del Symposium y entre otro se pide a los grupos que identifiquen los documentos que desean incluir en el Documento de Trabajo final que debe quedar completado para el 1 de marzo de 1993. Por otra parte, se especifica la hipótesis común del Symposium de la siguiente manera: “Lo que nos une en nuestro trabajo es la preocupación por la violencia imperante en nuestro mundo actual entre las personas y entre los grupos de personas. La hipótesis es que esta violencia en sus diversas manifestaciones tiene que ve con la estructuración y la dinámica del narcisismo a nivel individual y colectivo, y que una transformación de estas estructuras y estas dinámicas, es decir una metamorfosis del narcisismo podría llevarnos a una convivencia más constructiva y pacífica.”Se pide especificar las cuestiones básicas que suscita el trabajo de cada grupo en relación a la hipótesis.

 

Comentarios y Conclusiones a partir del Documento de Trabajo para el Symposium/Laboratorio Intergrupal sobre: Metamorfosis de Narciso: Identidad Grupal o Cultura Grupal

Al repasar este Documento de Trabajo para comentarlo diez y ocho años después de haberse celebrado el Symposium, siento que no solamente nos hemos quedado en el camino hacia una cultura grupal sino también nos hemos quedado en el camino de realizar los objetivos que nos marcamos en aquel entonces. Después del encuentro comencé a esbozar las primeras páginas del libro que se había pensado publicar sobre la experiencia. Aunque se recibieron de los participantes individuales seis escritos de diferente extensión evaluando el Symposium, a posteriori resulta obvio que el impulso no fue suficiente para llevar a cabo la publicación. De cualquier modo, para hacer camino nunca es tarde. Los presentes comentarios serán por un lado sobre los contenidos de los capítulos del Documento que los lectores encontrarán en los archivos y, por otro lado, en lo posible intentarán responder a la hipótesis de que cada grupo representa una determinada problemática social del narcisismo como estructurante en nuestra sociedad.

La primera página lleva una cita de Lucio Anneo Séneca que parece adecuada a la empresa: “No nos hace falta valor para emprender ciertas cosas porque sean difíciles, sino que son difíciles porque nos falta valor para emprenderlas”. El índice muestra detalladamente las contribuciones de los diferentes grupos que se agrupan en cuatro capítulos, la Metamorfosis de Narciso

  1. En y a través del Arte y la Literatura
  2. En los Mitos
  3. En y a partir de las Teorías: El Psicoanálisis. La Filosofía
  4. En y a través de los Grupos

El primer capítulo se introduce con el cuadro de Salvador Dalí, el correspondiente manuscrito y unos estudios sobre el tema de la Metamorfosis de Narciso, como también unos estudios de la “morphologie du crane de Sigmund Freud” y un autorretrato de Dalí, seguido por la traducción/adaptación al castellano del francés de su poema, recreado por miembros del Grupo Grande. A esta entrada de creación y recreación sigue la compleja “Reflexión acerca del Logo…en un contexto socio e interprofesional” del inconfesado conductor de la experiencia, Juan Campos. Sólo un estudio profundo e intensivo podría dilucidar los múltiples hilos conductores inter y trans-grupales de esta contribución de Juan. El núcleo de la reflexión es el encuentro de Salvador Dalí con Freud que acompaña a Stephan Zweig y a Edward James en una visita a aquel en Londres en Julio de 1938. Más allá de toda la complejidad de este escrito, Juan es claro en cuanto a lo que motiva su interés: 1) Dalí fue uno de los dos únicos españoles que en vida de Freud estuvieran lo suficientemente cerca de él como para estrecharle la mano, 2) esta es la única entrevista grupal hecha por Freud de la que tengamos testimonio, y 3) la razón última fue que “en el preciso momento en que se dio la entrevista, en España se estaba librando la batalla del Ebro con la que se perdieron las últimas oportunidades de poder evitar la segunda guerra mundial. Pero en este cuarteto de la muerte, de narcisistas profesionales, de autores consagrados, poetas, pintores, literatos, psicoanalista, ni uno sólo, al parecer, tuvo un sólo pensamiento por el holocausto que se avecinaba no sólo para el pueblo judío sino para la humanidad entera. Este fallo de solidaridad, de sentir común, así como el del ‘narcisismo de las pequeñas diferencias’ por las que se eliminan poblaciones enteras y en el que venía trabajando una vez más Freud, esta vez con el Moisés, me llevaron a sugerirlo como tema.” Juan nos recuerda que el mismo día de la entrevista, Freud anota en su agenda: “Merece incluirse en el Moisés la noción de que el individuo sucumbe a sus conflictos internos, mientras que la especie perece como resultado de la lucha con un mundo externo al que ha dejado de estar adaptada.” Una de las preguntas podría ser ¿cómo se articulan los conflictos internos y los cambios externos para que pueda haber una maduración individual y social acompasada?

Sigue en el Documento la mejor y más extensa contribución, desde el punto de vista académico-intelectual-profesional. Un grupo de tres psicoanalistas de Madrid presentan una “Reflexión psicoanalítica grupal acerca de la función de la mirada y la palabra en el narcisismo desde la perspectiva de la pintura de Dalí, la poesía de Ovidio y el Teatro de Calderón”. Se podría decir que este trabajo es el contrapunto del symposium-laboratorio. Es un ejemplo de cómo se suele enfocar un tema en el ámbito del mundo profesional especializado de la sociedad actual. Se trata de un trabajo serio y profundo—que ocupa la mitad del total de las 110 páginas del Documento—que bien podría servir como base y punto de partida para cualquiera que desee estudiar los mencionados aspectos del narcisismo en el desarrollo de los seres humanos. Esto sí, requiere y espera la atención de todos los participantes a sus propuestas. El grupo, la identidad, la cultura, la historia y otras cuestiones están planteados dentro del marco propuesto y no como algo que tenga su efecto en el propio grupo o en el conjunto de los grupos reunidos en el symposium-laboratorio. Da la impresión que puede haber conclusiones a nivel teórico-reflexivo y que son éstas que llevarán al cambio social. De hecho los autores han encontrado más tarde un espacio de discusión y de publicación que respondía más y mejor a sus expectativas. La prioridad del mundo simbólico como contexto del progreso humano es la manera prevalente y dominante de sentir, razonar y ejercer. Podría ser este aspecto de la cultura occidental que se presenta como el síntoma de una escisión que impide el cambio social.

Incluimos como segundo capítulo un trabajo de tres psicoanalistas y una socióloga por su valor de síntoma en relación a las propuestas del Symposium. Recibieron las mismas convocatorias que el resto de los grupos, aunque el proyecto que en respuesta envían tiene más que ver con las maneras habituales de responder en nuestra sociedad a una invitación como la nuestra—como también pasa en el trabajo del capítulo anterior—que con la propuesta en sí, que se lee según modelos habituales y no se reconoce en su diferencia. Se plantea un trabajo multidisciplinar sobre “Narciso… La Imagen… En nuestra Sociedad”. A partir de un cuestionario creado a tal fin, se basa en reuniones con personalidades relacionadas de una u otra manera con la imagen: dos diseñadores gráficos, una poetisa, una escritora, un creador de moda, un astrofísico y un artista pintor.

El grupo se desvinculó del trabajo del Symposium después de entregar el proyecto tal como lo tenían en un momento dado ya que otros intereses de sus miembros no les dejaron tiempo para ello. Esta razón creemos que es sintomática de un egocentrismo en nuestra sociedad alimentado por narcisismos grupales absorbentes. Sin embargo, incluimos la contribución de estos compañeros ya que hay aspectos de los que nos invitan a tomar nota. Llegaron a la conclusión que es necesario diferenciar entre el narcisismo propiamente dicho o secundario y un narcisismo primario fundante (identificación primaria con la madre según Burrow, como se apunta en otra parte), inherente a todo ser humano como tal. Dicen que “en el punto donde se sostendría este último, sin necesidad de un constante soporte imaginario desde el Otro, se hallaría tal vez el equilibrio consistente en conseguir a un tiempo soportar el agujero y mantenerlo a la vez soportablemente velado. Esto quedó gráficamente ilustrado por los comentarios de un participante[6] y el grafismo realizado por uno de los diseñadores. En estas contribuciones se hace evidente la identificación con modelos teóricos psicoanalíticos que se transmiten sin más a otros contextos profesionales y que multiplican los narcisismos grupales existentes. Más allá de la elaboración sobre “El mito de Narciso y sus interpretaciones”, los compañeros reflexionan sobre los sentidos de la vista y del oído. Fue el ciego Homero que condensó el mito de Narciso, también fue ciego Tiresias, el que predijo su destino, como también Kent Caller, el astrónomo de la mayor antena del mundo en Arecibo. La mujer de este último cree que si encontráramos otros seres inteligentes le permitiría a la humanidad unirse. ¿Estamos preparados a un encuentro con nuestra propia diferencia?

Los primeros tres apartado del capítulo tercero del Documento recogen los trabajos individuales de tres psiquiatras-psicoanalistas que hace muchos años trabajan en la misma comunidad terapéutica; es llamativo que no pudieron o no pretendieron hacer un proyecto en conjunto, aunque se inscribieron en el Symposium como grupo. Los tres trabajos beben en las fuentes freudianas e infieren la cuestión del narcisismo grupal desde las consideraciones que presentan a nivel individual. El tercero, “En torno al Narcisismo”, es un amplísimo y profundo recorrido teórico del tema en el desarrollo del pensamiento freudiano y la práctica psicoanalítica del autor que será de ayuda a cualquiera interesado en la cuestión del narcisismo.

El cuarto apartado recoge el trabajo del grupo ponente “Psicoanálisis: Ciencia Fronteriza”, cuyos miembros habían vivido un largo proceso de escisión de una asociación psicoanalítica y consideraba que los obstáculos insalvables durante aquel proceso se relacionaban con cuestiones narcisísticas vehiculizadas en discursos dominantes que daban lugar a un funcionamiento jerarquizante que imposibilitaba otro más democrático y la aceptación colectiva de las aportaciones de cada cual. Se propone plantear la función analítica como aquella que nos une como profesionales y como una función de frontera. La hipótesis es que para el hombre existen fundamentalmente tres fronteras que marcan el proceso de identificación, de las estructuras narcisísticas resultantes y las articulaciones de un antes y un después de haber pasado o no la frontera: 1. Entre organismo biológico e individuo; 2. Entre individuos y grupos primarios; y 3. Entre discursos que identifican diferentes colectivos y grupos. El trabajo especifica lo que significa pasar estas “fronteras” en vistas de un resultado saludable o no tan saludable para el individuo y los grupos en cuestión. Se argumenta que franquear de manera incompleta la primera frontera en el proceso de sujeción del ser humano al lenguaje y a un mundo simbólico conlleva trastornos a los que solemos referirnos como psicóticos. Franquear de manera incompleta la segunda frontera en el proceso de subjetivación de la persona humana conlleva trastornos a los que solemos referirnos como perversos. Sin embargo la tercera frontera lleva a problemáticas más complejas. Dicen los colegas: “El tema del funcionamiento perverso apareció en nuestro diálogo en relación al funcionamiento institucional entre las personas de nuestro lugar de trabajo, donde a menudo el lenguaje se utiliza como objeto fetiche que sólo sirve de instrumento de poder para obturar cualquier falta o pregunta que pudiera aparecer, funcionamiento que instituye la diferencia como igualdad última entre los hombres a la vez que lo anula como elemento generador de sentido… La caída de los mitos, fenómeno característico de nuestra época, nos está dejando sin el uso de la metáfora y de la polisemia del lenguaje, empobreciéndolo y creando lenguajes cerrados en sí mismos, de uso exclusivo de los grupos emisores y que se pretenden plenos de sentido… Actualmente la Ciencia está substituyendo a los mitos… generando e imponiendo un lenguaje cerrado, con valores intrínsecos que se ofrecen como objetos totales y de uso obligado. Es así como se llega a la perversión del discurso,.. Desde la institución universitaria se aspira a ofrecer un saber cerrado y absoluto acerca de las necesidades de los individuos socialmente carenciados… y esta aspiración parece ser complementaria de la demanda que, en general, emite el profesional de la Educación Especializada y de la Asistencia Social, que aspira a ‘tener’ la respuesta justa y adecuada y los recursos propios e institucionales a los problemas sociales con los que se enfrenta. Desde uno y otro ámbito vemos que se soslaya y se omite la posición subjetiva del Educador o Trabajador Social como sujeto carente y deseante que, desde un lugar profesional, debe confrontarse con otro sujeto a su vez carente y deseante. Observamos así la perversión de un lugar,el lugar profesional donde observamos una especial dificultad de reconocer los límites, el “no es posible”… El deseo de estos profesionales apunta más a tener y dar soluciones que obturen la falta y enmascaren la carencia…

Se trata de un trabajo que ofrece un marco teórico nuevo en el enfoque de las cuestiones narcisistas en las instituciones y grupos. Se propone la frontera como límite y como espacio donde la función analítica está enmarcada dentro de una posición ética. Esta posición es una construcción simbólica que implica la inclusión del otro, de lo colectivo, y la hipótesis de una articulación. Los autores concluyen su contribución considerando diferentes dificultades que aparecen con este enfoque, como la necesidad de respetar y tolerar los límites de la represión originaria en cada persona, el reconocimiento mutuo de las renuncias personales en el compromiso con objetivos comunes y la dificultad que tiene que ver con las diferentes posiciones subjetivas frente a lo simbólico, quizás uno de los mayores escollos a afrontar.

El quinto lugar en este capítulo lo ocupan unos apuntes de un grupo de cinco profesionales que están en proceso de elaborar un proyecto de asistencia ambulatoria para atender a personas que padecen trastornos psicóticos. Incluimos esta contribución para que se recuerden dos cuestiones de algunos grupos que son de máxima importancia si queremos avanzar en nuestro análisis intergrupal para poder proponer ideas que a la vez nos permitan avanzar en la práctica. Este grupo mostraba mucho interés en poder participar en el Symposium pero desgraciadamente, tal como nos cuentan, gastan toda su energía en ganarse la vida. Están luchando a brazo partido para conciliar las demandas institucionales, las necesidades de los usuarios y las ideologías técnicas de los miembros del equipo que requeriría desde un principio un espacio de elaboración propio. Hay sobre todo un comentario que tiene que ver con la teoría psicoanalítica, con el psicoanálisis y sus resistencias a hacerse cargo de los trastornos no neuróticos. Dice una de las colegas: “A Freud no le gustaban mucho los psicóticos… ha sido necesario más de un cuarto de siglo para que los psicoanalistas aceptaran la idea de que la pretendida falta de transferencia del psicótico recubre un montón de interrogantes por transitar, asuntos de toda índole se encuentran en ese punto, sociales, ideológicos, económicos… etc. y terriblemente complejo de asumir, el rechazo del psicoanalista en su propia inscripción psicológica a la neurosis”. ¡Tomemos nota!

Finalmente, en este capítulo sobre el narcisismo desde la perspectiva de las teorías, incluimos un corto trabajo, no firmado, que tenía a bien escribir en su “grupo de una”—aunque relacionada con uno de los grupos ponentes del Symposium— una colega filósofa sobre “Aislamiento y Autodestrucción en la Filosofía de Kant y Nietzsche”. La autora relaciona el ‘egoísmo’ de Kant en cuanto ‘gusto estético’ con el ‘narcisismo’ de Freud en su ‘desenvistimiento’ de la realidad como ámbito intersubjetivo. Por otra parte, propone que la ‘voluntad de poder’ representa en Nietzsche ese ‘narcisismo’ (o investimiento libidinal del propio ‘yo’) que, situado ‘más allá del bien y del mal’, está también más acá; es decir, se sitúa antes de la valoración moral con la que continuamente entra en conflicto con la instancia ética; según la autora, representa el dinámico conflicto de las pasiones en la subjetividad.

El cuarto y último capítulo del Documento de Trabajo trata de la Metamorfosis de Narciso y de la cuestión del narcisismo en y a través de los Grupos. Los doce trabajos, apuntes y comunicaciones que se reúnen aquí no llevan firma; nueve provienen de un grupo de ocho colegas de diferentes disciplinas afincado en Pamplona, que se reunían quincenalmente, y tres son del Grupo Grande de Barcelona. No me acuerdo del porqué, pero las contribuciones son secuenciadas como consta en la nota al pie[7]; las contribuciones del Grupo Grande son las de 4.6, 4.8 y 4.9. En los comentarios consideraré los doce trabajos en esta secuencia como una unidad, en relación al tema del narcisismo y su metamorfosis en el marco de una experiencia intergrupal. Quizás la primera lectura podría ser que, en este capítulo, lo “intergrupal” resulta en particular relacionarse con el grupo de Pamplona—nombrado así por falta de mejor identificación[8]—y el Grupo Grande de Barcelona auto-nombrado de esta manera.

Los primeros dos trabajos del capítulo (4.1 y 4.2) aportan un tono ligero a este Symposium que parece tomárselo todo muy en serio. ¿Narcisismo?, dicen los colegas, pero si ni sabemos quiénes somos. “Somos anfibios, entre el agua y la tierra; no somos vertebrados hechos y derechos sino vertebrados en proceso de serlo; entre lo indiferenciado y lo diferenciado, en proceso de maduración, al inicio de la vida adulta del apareamiento y el anticipo de la muerte. La metamorfosis de Narciso representa la opción por permanecer en una forma de vida anfibia e indiferenciada.” Nuestra desgracia, dicen, es ser herederos de una cultura Bíblica y tener Mentalidad de Pueblo Elegido. Y muy filosóficamente terminan el primer trabajo diciendo: “Narciso no pudo encontrarse a si mismo dentro y tuvo que buscarse fuera. Quizás su metamorfosis nos prevenga del tremendo riesgo que corremos.” Ni somos tan diferentes, ni somos los únicos. Quizás buscamos marcianos buscando un espejo que nos confirme nuestra propia alteridad.

El 4.3 es un dibujo de Máximo sobre “Sectas”: un hombre solitario y muy pequeñito, un horizonte y el cielo lleno de “ojos de Dios” encuadrados en diferentes figuras geométricas, bajo el epígrafe “Sectas, Nacionalismos y otros Fundamentalismos” (4.3.1) seguido por un trabajo sobre Narcisismo y Nazismo y un recorte de una entrevista al psicoanalista Thierry de Saussure con el titular “El fundamentalismo sugiere inmadurez vital” (4.3.2); a su vez seguido por las notas de la Reunión de grupo del 15 de Abril/Mayo 1992 sobre “Sectas”. El tema es el Opus; en la prensa salen noticias de la beatificación de Monseñor. El diálogo versa sobre la forma en que se desautoriza a los discrepantes, cómo desde el propio lenguaje autista se desautoriza lo diferente. Se opina que también se habría que hablar de la parte sectaria y la parte no sectaria de cada persona. Últimas líneas de los apuntes: “El que tiene un ideal, tiene una razón buena para hacer cualquier cosa, una justificación que le puede llevar, si no vigila, a las cosas más opuestas a ese ideal”. El grupo de Pamplona envía otro recorte de periódico. Bajo el epígrafe “Comunicación entre diferentes especies” (4.4) aparece un artículo de Rosa Montera con el título “Mi perra no me habla”, conmovedor. Final: “Si te llegas a poder reconocer en los ojos de una creatura de otra especie, entonces sí que debes de intuir, por un instante, el misterio mismo de la vida; y sentirte tan infinitamente diminuto que alcances a ser tan grande y tan eterno como el universo.”

El Grupo Grande Barcelona envía a los grupos participantes su trabajo sobre “Narcisismo: Identidad Grupal versus Cultura Grupal” (4.5). La contribución es densa y empieza ciertamente de manera exigente:

“Mientras la ‘investigación operativa” de nuestro Grupo Grande tenía lugar, el mundo, naturalmente, no se quedó quieto ni permanecía quieto. Los cambios radicales que han tenido lugar durante este lustro, no nos resultaban ajenos: el final de la guerra fría, el hundimiento del socialismo real y el desencanto con la revolución conservadora, el mercado libre y la unión europea, el derrumbamiento del muro de Berlín y la reunificación alemana, el desmantelamiento de la unión de repúblicas soviéticas o yugoslavas y el rabioso rebrote de los nacionalismos, fundamentalismos y guerra de religión, las crisis de Oriente Medio, la Guerra del Golfo, el neo-colonialismo de los estados policía, los cuatro jinetes del Apocalipsis cabalgando a finales del siglo y del milenio. Todos esos cambios, si existe una mínima conciencia colectiva, no son fáciles de asimilar ni como ciudadanos corrientes ni como profesionales.

…Quizás la reflexión sobre la guerra y la violencia social, por un lado, y la dificultad de avanzar propuestas interdisciplinares, por otro, nos llevaron al tema de las Jornadas y a la necesidad de hallar fórmulas de comunicación intra e inter-grupal diferentes.

Nuestro escrito, tal como acordamos en el último intercambio se centra en tres aspectos: el propio proceso del grupo, el contenido e intentos de conceptualización surgidos en las sesiones y escritos del grupo y el comentario de los textos de los otros grupos participantes en la experiencia…

Las contribuciones 4.6 y 4.7 son las respuestas correspondientes del grupo de Pamplona. La primera

“Crisis grupal: Pamplona, nueve de septiembre de mil novecientos noventa y dos”: …varios de nosotros nos encontramos con los papeles enviados por Hanne en la mano y en la medida en que se hablaba de “cumplir unos plazos” “pagar un dinero” “conceptualizar” “analizar nuestro proceso”… fue apareciendo cierto clima de malestar que nos ayudó a reflexionar sobre aspectos muy importantes en la vida de los grupos y en las relaciones humanas. ¿Hasta qué punto estamos identificados con el proyecto general? “Su” deseo ¿coincide con el nuestro? O para hacerlo coincidir tenemos que perder parte del nuestro…

Quizás por esto, la llamada de la realidad a través de la documentación enviada por Hanne nos ayudó a revisar nuestro deseo y reafirmarnos en él. Desde ahí pudimos verlo compatible con el proyecto genera ya sin la amenaza de que éste afectara nuestra identidad grupal…

El documento 4.7 se titula “Reflexiones en torno al narcisismo. Pamplona 22 de Enero 1993”. No sé si es lo mismo, pero más bien se trata de reflexiones de este grupo que conllevan una enseñanza que espero que nos motiven a aprendizajes nuevos que generan la energía necesaria a hacer camino… Aquí algunos extractos:

  • Los acontecimientos ocurridos en la vida de nuestro grupo desde las vacaciones de verano vienen determinando algunas reflexiones entre nosotros…
  • Un primer momento de rebeldía y resistencia a iniciar la tarea sugerida, a la que sigue un movimiento grupal de seguir trabajando a nuestra manera.
  • Una curiosa serie de ausencias de miembros del grupo… últimamente una sensación de disgregación próxima…
  • A juzgar por el material producido por nuestro grupo y más aún considerando el contenido concreto de nuestras tertulias, está claro que tras un tiempo en que el Narciso del Mito ocupó nuestra atención, los temas tratados han girado muy en torno de las cuestiones de identidad… de raza, de sexo, de lengua, de creencias. Las sectas, los fascismos y los integrismos han sido tema frecuente de discusión…
  • Nos detuvimos mucho considerando los distintos aspectos del mito de Narciso. Dedicamos mucho tiempo a considerar el hecho de ser fruto de una violación. Un rio desbordado arrebató y violó a su madre. En la violación hay deseo pero no hay un reconocimiento del objeto del deseo…
  • No sabemos lo que le pasó a Narciso pero los hijos de las violaciones son, en el mejor de los casos no deseados y, considerando que pertenecen al colectivo respecto del que se considera la posibilidad del aborto, hay que pensar que sobre muchos de ellos debe pesar un deseo de muerte
  • Para Narciso hay una amenaza de muerte si llega a tomar conciencia de su identidad. Parece que el borrar la identidad ligada a las violaciones, se cierne sobre Narciso sin identidad o muerto…
  • Cada encuentro es un riesgo. Nunca sabemos cuándo se producirá ese encuentro que nos revelará esa parte negada de nuestra identidad, la parte que conlleva la amenaza de muerte…
  • Nuestro grupo sabía que había extraterrestres. La llegada de sus mensajes ha supuesto una especie de encuentros en la tercera fase y parece ser que cuando eso ocurre, desde la fascinación a la huida se dan todas las respuestas…

Considero que esta contribución de nuestros colegas del grupo de Pamplona es un digno final de esta contextualización que he intentado hacer de aquel Symposium Laboratorio Intergrupal sobre la Metamorfosis de Narciso, que a todos nos ha costado sangre, sudor y lágrimas… y la pérdida de un buen trozo de nuestros narcisismos. Doy desde aquí gracias a los colegas y amigos que han empujado el carro con tanto ahínco.

Elaboración del contenido de los grupos participantes en Symposium/Laboratorio Intergrupal sobre: Metamorfosis de Narciso: Identidad Grupal o Cultura Grupal

Las sesiones de los grupos pequeños fueron grabadas y transcritas, nunca elaboramos aquel precioso material, pero nos parecía inconcluso el trabajo si no lo hacíamos. Mercè Martínez Torres presenta un Análisis e Interpretación del contenido de los tres grupos pequeños del Symposium Laboratorio recurriendo a las diferentes elaboraciones que los miembros de Grup d’Anàlisi Barcelona habían hecho en su momento.


[1]El concepto de Juan Campos de Plexus Profesional es un concepto radicalmente grupal, que va más allá de cualquier mente encerrada en un cráneo y de cualquier persona contenida en una piel, aunque las incluya y las integre. Plexus Profesional presupone aceptar con todas las consecuencias la hipótesis foulkesiana de que todos los procesos mentales son de naturaleza transpersonal. Este concepto concierne lo grupal de los grupos entre grupos; se refiere a aquellas redes íntimas de personas y circunstancias que se relacionan con las maneras cómo el profesional científico, el psicoterapeuta, desarrolla su actitud analítica, conceptualiza, organiza y justifica su práctica y se convierte en agente de cambio terapéutico”.

[2]Como decía Mercè Martínez en el último capítulo, para dar continuidad a su análisis permanente del grupo y sus consecuencias a nivel individual, grupal y social, Juan precisaba de espacios-laboratorio en los cuales contrastar la experiencia con las ideas. No se trata de meros escenarios de observación [o interpretación]… sino de espacios-tiempos en los que participar activamente, resonar con ‘los otros’ e impulsar una cultura cooperativa y paritaria.

[3]Recuérdese asimismo que ya en 1925 Trigant Burrow presentó su primer trabajo sobre la investigación en Grupo Análisis llevado a cabo por él y sus asociados bajo el título “El Método de Laboratorio en Psicoanálisis” más tarde rebautizado “El Método Grupal de Análisis o Grupo Análisis”. En 1927, el mismo grupo de personas funda The Lifwynn Foundation for Laboratory Research in Analytic and Social Psychiatry como un laboratorio de investigación grupoanalítica continuo.

[4]GG, primera parte Abril 1988-Julio 1991, segunda parte Septiembre 1991-Marzo 1993.

[5]Freud: “No conseguí, en efecto, establecer entre sus miembros aquél acuerdo que debe reinar entre hombres consagrados a una misma ardua labor, ni tampoco ahogar las disputas sobre prioridad a las que el trabajo en común daba frecuente ocasión.”

[6]Pensé que me gustaría que hubiese un troquel, un agujero, un dibujito perforado en la cubierta. Y lo puse. No funcionaba porque, claro, en la medida en que el dibujo era complicado, las puntas cortadas del dibujo se levantaban, se rompía la cubierta por eso. Y pensando en eso y buscando, encontré el sistema que usan los fabricantes de caramelos, que fabrican las cajas de caramelos con agujeros para que se vean los caramelos de dentro y le ponen una película de celofán encima adherida, probé y… ¡Fantástico! Seguía habiendo un agujero, pero no se rompía. Así eliminé la solución de continuidad de la cubierta”. Taponar el agujero, pero permitir la emergencia de un cierto objeto de deseo que se guardaría en su interior; mantener el agujero, sin que por ello se desgarre el entorno que lo ciñe: ¿no es eso exactamente de lo que se trata? Preguntan los colegas.

[7]4.1, 4.2, 4.3, 4.3.1, 4.3.2, 4.3.3, 4.4, 4.5, 4.6, 4.7, 4.8, 4.9.

[8] En respuesta a la convocatoria seguía una correspondencia en la que en un momento dado informan de los ocho colegas que participarán en el grupo quincenal, adjuntando el escrito “Narcisismo y nazismo”.

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