Psiquiatría de guerra, psicología de paz…


En el tercer milenio Juan Campos se comunica con sus colegas casi exclusivamente a través de la Red y hace todos los esfuerzos posibles para que los otros también lleguen a compartir el cambio de cultura que traen consigo las nuevas tecnologías. En los proyectos que impulsa muestra asimismo el funcionamiento “en red” de su pensamiento y su manera de comunicarse en un entramado que se extiende en el tiempo, relacionando de mil maneras presente, pasado y futuro.

La idea de una mesa redonda sobre “Psiquiatría de guerra, psicología de paz” no es casual. El mundo estaba en estado de shock por el ataque a las Torres Gemelas del World Trade Center. En la primera circular Juan dice a los ponentes de la mesa: ¿Habéis parado mientes en qué significa la fecha elegida para ello? Aquel martes de septiembre en que inicia sus sesiones la ONU es desde hace años el que se consagra como “Día Mundial de la Paz”; este mismo día también se iniciaba la década de la UNESCO dedicada al cultivo de una ¡Cultura de Paz y no Violencia! ¿Será mera casualidad o pura coincidencia como lo son el 11 de septiembre catalán y el chileno? El fin último de esta mesa redonda es erigir algunos de esos “baluartes de paz” promovidos por la UNESCO[1] en el desierto que priva en un mundo dominado por una cultura de guerra. Sueña Juan, que quizás las palomas mensajeras que de la mesa salgan se encarguen de propagar los virus de la paz que allí se cultiven, una especie de ántrax de salud, y que se declare una pandemia que cambie aquella cultura.

Nuestros archivos de aquel presente traumático recogen algunas de las voces que diariamente reclamaban la paz, como Kofi Annan, Federico Mayor Zaragoza (Recuperar la ONU), Juan Luís Cebrián, la ONU misma y Noam Chomsky entre otros (Ver artículos en: http://www.chomsky.info/articles.htm; o una de sus conferencias  en  http://www.youtube.com/watch?v=PszLZLD9m7g)

Pero también del pasado, inmediato y lejano, nos llegan voces. Fue aquel 11 de septiembre que estábamos traduciendo un trabajo de Trigant Burrow titulado “Receta para la Paz: las bases biológicas de los conflictos ideológicos del ser humano” (1942), una respuesta virtual a enviar por grupoanálisis.org a los colegas que habían celebrado el congreso de la AIPG el años anterior en Jerusalén bajo el lema «The Spirit of Groups 2000; From Conflict to Generative Dialogue». Es evidente que para poco sirvieron nuestros deseos de paz. Más razón para seguir en la brecha. El trabajo de Burrow es un resumen de más de 30 años dedicados a la investigación de lo que el autor llama “Neurosis Social” y de la cual la guerra —lo mismo que los conflictos económicos, laborales o políticos— es tan solo un síntoma. Así que una mesa multidisciplinar con Burrow de “invitado de piedra” permitiría hacer una lectura crítica de este testamento suyo. Aunque no sólo esto.

Hay más voces importantes del pasado que vale la pena escuchar de nuevo. Aparte de una larga lista de obras sobre psiquiatría y guerra, una de las más importantes la del psiquiatra y psicólogo español Emilio Mira y López (1948, La psiquiatría en la guerra. Texto docente. Buenos Aires: UBA), es necesario volver a Freud cuyos escritos son tan actuales como lo han sido en su tiempo. Los escritos sobre la guerra (Freud sobre la Guerra subrayado por JCA) son documentos históricos merecedores de ser discutidos. Para los que trabajamos en el mundo de los grupos, tiene particular importancia lo publicado del Symposium de Budapest del ‘18 sobre Neurosis de Guerra y la correspondencia con Einstein (véase: J. Campos (2002). Psiquiatría de Guerra, Psicología de Paz. Las neurosis de guerra y el oro puro del psicoanálisis) del ’32 del siglo pasado. Juan se pregunta ¿cómo es que Freud se quedara colgado de su “oro puro del psicoanálisis” y cómo es que no se le ocurrió cambiar de caldero y pasar la aplicación popular de su método al análisis en grupo?” Como tantas veces, hay respuestas en Burrow[2]. La otra cuestión trascendental para el grupoanálisis es lo que Juan subraya, una vez más, y es que justo en el momento de la máxima preocupación por una guerra que se avecina, Freud añade a su Malestar en la Cultura un último párrafo respecto “al destino de la especie humana” que se decidirá “por la circunstancia de si —y hasta qué punto— el desarrollo cultural logrará hacer frente a las perturbaciones de la vida colectiva emanadas del instinto de agresión y de autodestrucción. En este sentido la época actual quizá merezca nuestro particular interés. Nuestros contemporáneos han llegado a tal extremo en el dominio de las fuerzas elementales que con su ayuda les sería fácil exterminarse mutuamente hasta el último hombre.” Más importante aún son los comentarios de Freud en el mismo escrito respecto a “una última cuestión”: “Si la evolución de la cultura tiene tan trascendentes analogías con la del individuo y si emplea los mismos recursos que ésta, ¿acaso no estará justificado el diagnóstico de que muchas culturas —o épocas culturales, y quizá aun la Humanidad entera— se habrían vuelto «neuróticas» bajo la presión de las ambiciones culturales? La investigación analítica de estas neurosis bien podría conducir a planes terapéuticos de gran interés práctico, y en modo alguno me atrevería a sostener que semejante tentativa de transferir el psicoanálisis a la comunidad cultural sea insensata o esté condenada a la esterilidad… Pese a todas estas dificultades, podemos esperar que algún día alguien se atreva a enfrentarse con semejante patología de las comunidades culturales”. También en investigar estas cuestiones Burrow fue pionero —en 1918, 1923, 1927, 1948, y en toda su vida, y Juan Campos un digno discípulo suyo.

Juan no sólo recordaba aquel 11 de septiembre (2002 Guerras 1.doc) pero también la Gran Guerra, la que se convirtió en la Europea y después en la Primera Mundial, y la de Cuba y la Guerra Civil Española. Quería recordar, para no olvidar, para no repetir… Quizás, pensaba Juan, la pregunta no estaba bien formulada, quizás la pregunta tendría que ser « ¿Por qué no la paz?»

Como también decía en aquella primera circular, la mesa contaría con Foros y dispositivos de chat donde cada quien podría interactuar con los vecinos de mesa e ir redactando la versión definitiva de su texto para la publicación definitiva. Al hacer posible la mutua lectura de materiales en estado naciente, la fertilización cruzada entre los escritos y un diálogo honesto y abierto a la interacción entre los miembros de la mesa, se pretendía lograr aquel fin último de erigir unos “baluartes de paz” que promovieran una cultura de paz como también los dos objetivos supeditados: 1) Facilitar la “alfabetización” internética de profesionales de salud mental y profesiones afines en que Juan estaba embarcado desde el ‘95 y 2) promover, precisamente, aquel cambio cultural que implica generar la capacidad de respuesta ante situaciones cada vez más frecuentes en nuestro mundo que, por extraordinarios, inesperados y singulares, provocan sentimientos de la más absoluta indefensión en los ciudadanos y también los profesionales.

Esta mesa obedece a muchas y poderosas razones, entre ellas, la de no menor importancia, que la magnitud y lo reiterativo y complejo del problema en mucho supera la capacidad de cualquier disciplina o persona singular. Para insistir en lo que llama “alfabetización internética” y darse ánimos para organizar esta mesa multidisciplinar y transcultural, a Juan le inspira la técnica editorial que utilizó Ben Davidson[3] aquel mismo año en la gestación con soporte informático del Número Especial de Grupo Análisis «Group Analysis in the New Millennium». De este número, cita el párrafo final del artículo de Aldon Hynes que define con bastante acierto la relación actual del grupoanálisis con los avances tecnológicos en el nuevo milenio: “Hay un dicho popular entre tecnólogos de la información, “When a new technology comes along, you can drive the steamroller, or you can be part of the road.” —Cuando llega una nueva tecnología, o conduces la apisonadora o puedes acabar siendo parte del pavimento. — Esto poco ayuda a disminuir la ansiedad de la gente que se debate con las nuevas tecnologías. Sin embargo, muy bien refleja la idea de que caso de que seamos capaces de controlar  nuestras ansiedades nos puede brindar muchas y grandes nuevas oportunidades de crecimiento. Nos guste o no, Internet cada día más proporcionará el médium donde los grupos, grandes y pequeños, se constituyan y desarrollen. La disposición de la comunidad grupoanalítica a contribuir con su conocimiento experto e insight a apoyar este proceso y a implicarse en dicho desarrollo, sin embargo, queda por ver. “

En cuanto al objetivo que se plantea con esta mesa redonda virtual, es decir la promoción de un cambio de cultura —una cultura grupoanalítica al fin— que favorezca una comunicación libre y honesta, y respuestas creativas y solidarias ante las amenazas terroristas de todo tipo, contamos entre los archivos para esta mesa uno que plasma el pensamiento “en red” de Juan Campos que cruza espacio y tiempo y que machimbra con las posibilidades de Internet y de las nuevas tecnologías. El nombre que le dio al archivo es “e-sin fronteras” que cuenta con más de 60 páginas de e-direcciones y downloads que vinculan, entre otros, guerra, paz, Internet, nuevas tecnologías, foros virtuales, terrorismo, Biblia y religión, psicología y sociología, Orwell y Comte, evolución y Singularidad (“Singularity”). Mantenemos el archivo sin corrección alguna, ya que nos parece un testimonio ejemplar de la manera de pensar y proceder de Juan Campos. Para dar alguna idea, quizás sea de interés seguir, aunque sea a grandes zancadas, este viaje a través del espacio y el tiempo.

Durante aquellos meses, entre septiembre 2001 y abril 2002, el grupo núcleo de Grup d’Análisi Barcelona junto con otros colegas estaba ocupado en preparar, por un lado, la mesa redonda de Psiquiatría.com sobre Psiquiatría de Guerra, Psicología de Paz y, por otro,  la mesa redonda inaugural del 29º Symposium de la SEPTG del Castillo de Bellver de Mallorca sobre “Aportaciones grupales a los nuevos retos”.  Creo que este “archivo de comunicación electrónica sin fronteras” que comentamos podría considerarse un “grupo de contexto, de cultura y de historia” de estas dos mesas redondas, convocado por Juan Campos a través de sus downloads, sus miembros e ideas puestos allí lado a lado, recordado ahora una década después, filtrado por el amor al trabajo en común.

El documento Word que constituye este grupo de contexto se ancla en una primera dirección electrónica de 1988 referido a la autobiografía de Pat de Maré, persona muy querida y estimada por Juan Campos, invitado aquel año a Barcelona y Pamplona para conducir una experiencia en grupo grande en estos lugares. “Todos los mensajes del foro de septg.org” que siguen en segundo lugar, son testimonio del interés en que los colegas se comuniquen a través de la Red. Las siguientes entradas muestran la sintonía ideológica de Pat y Juan. Dos citas que se refieren a la guerra civil española: Orwell, Homage to Catalonia: “La guerra española fue uno de los acontecimientos decisivos de nuestra época; todos lo decían mientras se luchaba, y todos tenían razón”; y 1 de abril: Último parte oficial de guerra: «En el día de hoy, cautivo y desarmado el Ejército Rojo, han alcanzado las tropas nacionales sus últimos objetivos militares. La guerra ha terminado.» Después, dos citas bíblicas: (Mt 10,34) “No he venido a traer la paz sino la guerra”; y (Lc2, 13-14): “Al punto mismo se dejó ver con el ángel un ejército numeroso de la milicia celestial alabando a Dios y diciendo: Gloria a Dios en lo más alto de los cielos y paz en la tierra a los hombres de buena voluntad.” La dirección de UBUNTU-World Forum of Networks lleva a la historia de la guerra a través del tiempo y la definición de Civil en el Mª Moliner: civilis, de civis, ciudadano; de la ciudad y de los ciudadanos; no eclesiástico, no religioso –laico, paisano; se aplica a las personas que se comportan debidamente en sus relaciones con otras y a su comportamiento, maneras, etc. nos devuelve al mundo en que vivimos.

Nuestra colega Mercè Martínez Torres convoca aquella mesa inaugural del 29º Symposium de la SEPTG. Los downloads del intercambio con Mercè y los otros miembros de la mesa en la lista virtual correspondiente son muestra de cómo Juan impulsa sin descanso el diálogo previo a las presentaciones. Su propio trabajo se titula “Electrones para la paz”.

A continuación, Juan se va al mundo anglosajón universitario —de la Universidad Carnegie Mellon— y al político —de la Advanced Research Project Agency para hacerse una idea de las reacciones americanas al 11 de septiembre y su intento de construir una Red de Redes: …Ahora, más que nunca, Internet se debe adaptar junto con otros medios para enfocar todo lo que podría destruir la libertad del mundo… Información es la antorcha de la verdad y su libre flujo en la corriente sanguínea de la democracia… ¡Bienvenidos internautas!…

Juan vuelve de nuevo al Génesis y a Babel, para expresar una vez más su gran resentimiento con Jehová por su envidia destructiva de un pueblo que habla una sola lengua y colabora en la construcción de su ciudad:… Y dijo Jehová: He aquí el pueblo es uno, y todos estos tienen un solo lenguaje; y han comenzado la obra, y nada les hará desistir ahora de lo que han pensado hacer… pues, descendamos, y confundamos allí su lengua, para que ninguno entienda el habla de su compañero… así los esparció sobre la faz de toda la tierra y dejaron de edificar la ciudad… Pero Juan no se desanima y cierra estas citas con la de Pentecostés: el Don de Lenguas…

El padre de Juan fue el primer vendedor de radio de Barcelona en los años 30 del siglo pasado; transmitió al público desde su tienda en la céntrica calle Pelayo la proclamación de la República. Esto explica las siguientes e-direcciones relacionadas con la historia del Broadcast recording… en discos de aluminio, cintas, registros en alambre magnético…

El Ciberespacio, la  Psychology y la Sociología (en inglés): Confirmando la convicción de Juan de que la red provee una oportunidad absolutamente única para interconectar investigadores y su trabajo creando una “comunidad” online de estudiosos… Ideas que le llevan a las famosas cartas circulares de Fenichel —según Juan, antecesores de GAIPAC—… y al estilo de comunicación en Internet: cómo enviar mensajes, como responder, tamaño de mensajes…

Se acuerda del trabajo de Freud de 1915 sobre la guerra y la muerte que a su vez le hace recordar sus declaraciones a la BBC después de su llegada a Londres en 1938. De allí a Orwell y su 1984, el último tomo de una trilogía, no es más que un paso: La Guerra es la Paz, La Libertad es la Esclavitud. La Ignorancia es la Fuerza… Sin lugar a duda tiene interés saber, entre otras muchas cosas, que Orwell tenía intención de titular esta obra “El último hombre en Europa”.

Tomando prestado una cita, Juan vuelve a su idea: “No hay camino para la paz, la paz es el camino”. En Internet encuentra colegas con quienes consonar: Fuerza Internacional de Paz; División 48 – Society for the Study of Peace, Conflict & Violence: Peace Psychology Division: …La División fomenta la comunicación entre investigadores, enseñantes y practicantes que trabajan sobre estas preguntas y aplican el conocimiento y los métodos de la psicología en avanzar la paz y la prevención de la violencia y los conflictos destructivos.

Por muy lejos que se vaya en el espacio, Juan tiene muy presente sus intereses actuales. Internet le lleva al sindominio.net y las ideas del que será un compañero chileno de la mesa inaugural del 29º Symposium de la SEPTG, obviamente una alma gemela: … Sabemos que la educación cumple con unir el pasado con el futuro; que comunica la herencia cultural acumulada por generaciones, presentándola en el contexto de las exigencias y desafíos que se anticipan para el mundo del mañana. Pero ¿qué ocurre cuando el decurso de la historia hace una tremenda inflexión, abandona el terreno de lo conocido y se abre hacia un mañana incierto, como ocurre hoy?

La civilización es un proceso que no necesariamente lleva a la destrucción, el estrés y el caos de la vida actual. Juan busca alternativas. Comte: Système de Politique positive, ou Traité de Sociologie instituant la Religion de l’Humanité (1851-1854). Pero vuelve a su idea de una cultura de paz, al Proyecto Transdisciplinario de la UNESCO y las ideas de Mayor Zaragoza. También se acuerda una vez más de Freud, sus ideas sobre la guerra y la paz y su correspondencia con Abraham, ampliamente subrayado en rojo, particularmente la última frase: “Europa marchaba alegre hacia la guerra. Hubo manifestaciones de júbilo en Moscú, en Viena, en Belgrado, en Londres…”

Creo que en tales momentos Juan dudaba mucho de la cordura de los seres humanos ya que acto seguido se baja la obra de Hume “Investigación sobre el entendimiento humano”. Después se refugia en John Donne aunque sin dejar rastro de download. Para Juan la idea de una cultura de paz se relaciona íntimamente con la de diálogo. En este sentido viene inserta una cita, en inglés, titulada Nobel: La idea de que haya un pueblo en posesión de la verdad, una respuesta a los males del mundo, o una solución a las necesidades de la humanidad, ha producido indecibles sufrimientos a lo largo de la historia —especialmente durante el siglo pasado. Hoy en día, sin embargo, aunque en medio de conflictos étnicos continuos en todo el mundo, existe el reconocimiento creciente de que la diversidad humana es a la vez la realidad que hace necesario el diálogo, y la misma base para el diálogo.

Parece que una cultura de paz es indisociable de una cultura de guerra. Las direcciones electrónicas que se siguen parecen confirmarlo. Hablar de paz en aquellos momentos es inseparable de pensar en el 11 de septiembre y en el terrorismo; peace psychology para el siglo 21 se interesa en la paz, el conflicto y la violencia, seguido por una fund-culturadepaz.org, seguido a su vez  por un artículo preocupado por los niños que en todo el mundo expresan su miedo del futuro, seguido una vez más por las direcciones de una serie de peace webs, con el punto final del Ubuntu Foro Mundial de Redes publicando un comunicado compartido de organizaciones y personas (17 de Septiembre de 2001 Arab Organization for Human Rights, The Hague Appeal for Peace, International Peace Bureau, Caritas Internationalis, Intermón-Oxfam, Leonardo Boff, Noam Chomsky y Rigoberta Menchú.) frente a los terrible hechos ocurridos el pasado 11 de septiembre. No podría faltar, naturalmente la mención de Prescription for Peace de Trigant Burrow y la publicación del actual protocolo de Social Self Inquiry de la Lifwynn Foundation.

El interés de Juan Campos en todo lo relacionado con Internet y las nuevas tecnologías es indudable. En este punto del documento Word que comentamos, Juan da un importante giro hacia el futuro y unas ideas futuristas que ocupan casi todo el resto del documento. Se trata del concepto de “Singularity” —Singularidad, acuñado en 1993 por Vernor Vinge del Departamento de Ciencias Matemáticas de la Universidad del Estado de San Diego, desarrollado por diferentes científicos y todavía novedoso en 2002 cuando Juan capta más de dos páginas de direcciones electrónicas al respecto. Sin embargo, sabemos que no es sólo aquel interés de Juan que hace que le llame la atención este concepto. Es la asociación que encuentra con su trabajo “Aspectos psicosociales de la reproducción humana” y que inserta parcialmente en medio de los downloads referidos a Singularity. Siempre había considerado este trabajo suyo avanzado a su tiempo y no comprendido por sus contemporáneos. Singularity se relaciona con un cambio cultural radical que ya en 1972 Juan preveía, diciendo: “Es obvio que estamos ante el amanecer de un nuevo estado de vida, pero asimismo que ignoramos hacia dónde nos conduce. Existen indicios de que están teniendo efecto importantes cambios de tipo cultural y social, pero lo que probablemente es cierto es que los cambios en los há­bitos, creencias y valores se están desarrollando con un decalage respecto a los pro­gresos de la revolución técnica…”. Existe un vínculo ideológico compartido respecto a la evolución de la Humanidad. Los links de M. Castells (sobre los estados que ya no pueden gobernar, sólo negociar) y de Derrick de Kerckhove (La piel de la cultura: Investigando la nueva realidad electrónica, Barcelona, Gedisa, 1999; psicotecnologías: interfaz de lenguaje, medios y mente) se relacionan con lo dicho.

Ya que el documento Word aquí comentado es accesible a todo lector de este Blog, también existe la posibilidad que cada cual lea los downloads  que tratan del concepto de Singularity—por el momento en inglés. De cualquier modo, parece indicado que a partir de los downloads demos, aunque de manera somera, alguna noción de lo que trata este concepto.

El crecimiento tecnológico es más y más exponencial, empujando al mundo hacia una “Singularidad”, es decir, un punto en que la tecnología y la naturaleza serán una. En esta encrucijada, el mundo tal como nosotros lo conocimos se habrá extinguido y nuevas definiciones de “vida”, de “naturaleza” y de “lo humano” dominarán. Estamos al borde de un cambio comparable al advenimiento de la vida humana en el mundo. En 1993, el Profesor de ciencia de computación Vernor Vinge alertó a la comunidad científica: “En unos 30 años tendremos los medios tecnológicos para crear una inteligencia super-humana. Poco después, la era humana habrá terminado…”

Quizás sea útil compartir las definiciones de Singularidad de algunos de los científicos que siguieron avanzando a partir del concepto y que en 2012, tal como se puede ver en la Web, siguen reuniéndose regularmente, contribuyendo a una mejor comprensión de este mundo complejo que nos ha tocado vivir:

JKC> Singularidad es el momento en el tiempo cuando las cosas cambian tan rápidamente que resulta imposible predecir lo que pasará a continuación…

EL> La Singularidad, o la Gran Transición, es una discontinuidad de desarrollo, un horizonte de acontecimientos último, más allá del cual la predictibilidad se rompe completamente.

EWF> La definición más general de Singularidad es: el punto en el futuro más allá del cual nuestra capacidad de planificar nuestros futuros individuales de manera significativa se deshace en ruido.

SM> Concibo la Singularidad como aquel punto en el tiempo más allá del cual el progreso de todo tipo se produce de manera que nos hace incapaces de predecir o de comprehender.

Después de esta larga excursión al acontecimiento de Singularity, las últimas entradas de este archivo Word de direcciones electrónicas y downloads se refieren al terrorismo y su definición en The Social Science Encyclopedia; Las tesis de Fukuyama sobre el fin de la historia; el choque de civilizaciones; y la psicopatología del terror.

Hasta aquí el contexto grupal desde el coordinador de la mesa redonda Psiquiatría de Guerra, Psicología de Paz.

El 25 de enero de 2002 con una primera circular  Juan Campos convoca a los posibles ponentes, explicando el formato de la mesa redonda y los mecanismos para suscribirse. En la segunda y larga circular  del 15 de febrero Juan informa del plazo para enviar las contribuciones y de los códigos de los trabajos ya entregados para que los miembros puedan hacer uso de las facilidades para compartir documentos, foro, y chat. También explica de nuevo el formato de fishbowl —de pecera, es decir habrá un espacio cerrado para el intercambio de los miembros de la mesa y otro más abierto para que puedan participar visitantes del Congreso en general. Hace balance de la experiencia hasta el momento: “Han sido cinco largos meses —dedicados por mi parte casi en exclusiva a poner en marcha el proyecto… Contamos ya con los medios que algunos de nosotros para cuando el Congreso termine hayamos aprendido a manejarnos con ellos. De ser así, si bien sólo en parte habremos conseguido el primero de los objetivos… En cuanto al único propósito que me proponía —esa red de Foros virtuales y presenciales por la paz en que soné en su día, he de confesar que  he de hacer grandes esfuerzos en evitar que me invada el desaliento. La tentación de abandonar por utópico un proyecto está siempre presente. A quienes de vosotros hasta aquí me habéis seguido, os agradezco el ánimo que con ello me habéis insuflado. A quienes no podáis hacerlo, os pido mil excusas por haber intentado embarcaros en tamaña empresa. Sabemos por la Editorial  que Juan escribe en 2004 para la revista de Psiquiatría.com que “la mesa… fue un éxito, por lo menos en lo que hace a número y calidad de participaciones.” Se presentaron once trabajos, recogidos en el documento anexo, de tantos profesionales multidisciplinares: Un psiquiatra académico clásico ( véase trabajo 1, pp. 1-4); otro trabajando en etnopsiquiatría (véase trabajo 1, pp. 5-6); y otro grupoanalista y psicoanalista que se considera un “sociólogo clínico”; (véase trabajo 3, pp. 7-14); y, al cabo de dos años, otro psiquiatra académico-clínico entrega su trabajo ya que sus deberes como organizador del III Congreso le impidieron participar activamente en la mesa (véase trabajo 4, pp. 15-25); un historiador por vocación, fascinado por los ritmos humanos a través del tiempo (véase trabajo 5, pp. 26-29); un sociólogo del mundo de la enseñanza académica internacional (véase trabajo 6, pp. 30); una filósofa- socióloga-comentarista-traductora en el campo de la política y la cultura, y asimismo pintora (véase trabajo 7, pp. 31-34); y cuatro psicólogos, todos trabajando en el ámbito grupal, dos en el ámbito clínico psicoanalítico (véase trabajo 8, pp. 35-40 y trabajo 9, pp. 41-50)), otra en el mundo académico (véase trabajo 8, pp. 41-59), y aun otra en el ámbito de la psicopedagogía y el psicoanálisis.

Lo que a Juan más le interesaba fue la discusión entre los miembros de la “pecera” que llevara a un documento final común. Aunque sí hubo algunos comentarios referido al trabajo de un colega a otro, no se llegó a un diálogo a varias bandas y tampoco a utilizar las facilidades tecnológicas para conseguir tal fin. De cualquier modo, en 2012 el tema sigue siendo de absoluta actualidad y esta mesa redonda aporta una base sobre la que se podría seguir construyendo. Dejaremos algún apunte.

Llama la atención que dos colegas de la mesa recurren a la poesía para afrontar una situación sobrecogedora de violencia. José Adolfo en la clínica, en su trabajo con migrantes o refugiados  que provienen de regiones internacionales o nacionales de conflictos armados, frente a la “avalancha” diaria de sufrimiento humano que requiere una capacidad de distancia terapéutica, recurre a la poesía, el lenguaje poético para introducir esa distancia de protección para el paciente, para el terapeuta y para la relación. La otra colega recurre a la poesía para compartir sus emociones en estado puro, tras los acontecimientos del 11 de septiembre, como cualquier ser humano que se enfrenta a  sentimientos contradictorios ante un atentado y una respuesta en forma de intervención militar. Este es el poema que Mercè escribió el 29 de noviembre de 2001, titulado “Hoy no hay estrellas”:

He salido a la noche

perdida en la gran ciudad

buscaba una estrella

sólo vi la plateada luna

guiñando el ojo entre brumas

recordándome que la ciudad

no tiene estrellas.

 

No hay estrellas en Kabul

los destellos son muerte

son lagrimas tras los velos

son hospitales destruidos por error

son gritos de desesperanza

son negros talibanes venidos del pasado.

 

No hay estrellas en New York

el humo ciega sus ojos

son cadáveres bajo escombros

son  duelo de un parar forzado

son realidad que supero la ficción

son pánico a no tener el control.

 

No hay estrellas en Islamabad

el conflicto estalla en la calle

son miles de hambrientos cruzando la frontera

son cristianos muertos en la iglesia

son musulmanes que van a la guerra santa

son iniciativas frustradas en la cruzada.

 

No hay estrellas en Jerusalén

el crisol de culturas se rompió

son fundamentalismos encontrados

son víctimas convertidas en verdugos

son pasados cruzados en  presente

son estallidos de muerte.

 

He salido a la noche

perdida en la gran ciudad

buscaba una estrella

sólo vi la plateada luna

guiñando el ojo entre brumas

recordándome que la ciudad

no tiene estrellas.

En cuanto a la psicología de paz, nos llegan mensajes con claridad diáfana de la enseñanza y la pedagogía: Les enseñamos cómo comportarse para que no molesten. ¡Ninguna reflexión sobre nosotros! Son ellos los que han de cambiar. ¿Cómo favorecer a través del sistema educativo, actitudes y competencias tanto intelectuales, como emocionales, que permitan conocer y canalizar los impulsos agresivos? ¿Cómo favorecer una toma de consciencia de la implicación de cada individuo, grupo, nación en este panorama mundial? Ese es uno de los retos para una psicología de la paz. ¡Hablemos de “nuestras guerras diarias” y de cómo negociar la paz!

El tema de la agresividad nos trae inter alias “Los cuatro gigantes del alma” de Mira y López: miedo, ira, amor y deber. Tendría que ser lectura obligatoria para todo el mundo. Llama particularmente la atención la afirmación de que el deber es, de los cuatro, el  único elemento exclusivo de los seres humanos  ya que no tiene un origen biológico sino social  y además es el más poderoso, capaz de sojuzgar a los otros tres. En un mundo en el que todo parece ser derechos, nos daría mucho qué pensar.

Quizás podríamos dejar aquí estas consideraciones con un intercambio entre nuestro colega historiador y Juan Campos.

Escribe Enric:

“Por qué no puedo imaginarme una cultura de paz que no resulte opresiva”

Quien elabore una utopía…comete dos errores en el manejo especulativo del tiempo histórico: Primero, supone que la eliminación de un problema constatable produce automáticamente la felicidad. Segundo, tal enfoque comporta la simplificación del todo engañosa de los variables propios de cualquier contexto social.

La violencia ha sido investigada de forma en esencia superficial, desde los parámetros de cada una de las diversas disciplinas sociales, sin tener en cuenta ni los supuestos, ni los resultados de las restantes…  Resumiendo, no existe una concepción de la paz que sirva como fundamento para un trabajo sólido en cualquiera de las ciencias sociales, excepto como la superación de la violencia… formular una auténtica “cultura de paz” es, al menos intelectualmente, inseparable del esfuerzo por entender la “cultura de la violencia”… Suponer que se puede acelerar el proceso de educación social, sin tener una noción más profunda de qué se trata, es propio de la religiosidad más barata…”

Contesta Juan:

“……siembras la duda en la más firme de mis convicciones, es decir que desde que el mundo es mundo vivimos en una cultura de guerra y de que de no cambiarla a una de paz, los humanos estamos perdidos. Ha ragione!, soy un utópico pragmático, mientras hay vida hay esperanza… quizás esta sea la razón porque me hice médico y por más que nos ataquen las enfermedades —individual y colectivamente— seguir viviendo!… Mi concepción de “cultura de paz” es muy médica, a lo Fleming, es decir buscar el hongo que neutralice el poder de los bichitos que nos atacan…”

Juan cuenta a Enric el sueño de Raskolnikov (de Crimen y Castigo) citado por Burrow:

«Soñó que el mundo entero estaba condenado a una terrible nueva plaga extraña que había venido a Europa de las profundidades de Asia. Todos serían destruidos excepto algunos  muy pocos elegidos. Ciertas  nuevas clases de microbios estaban atacando los cuerpos de hombres, pero estos microbios estaban dotados de inteligencia y voluntad. Los hombres atacados por ellos de inmediato  se volvían locos y furiosos. Pero nunca como hasta entonces los hombres se habían considerado tan intelectual y tan completamente en posesión de la verdad como estas víctimas, nunca ponían en duda sus decisiones, sus conclusiones científicas, sus convicciones morales tan infalibles. Pueblos enteros, ciudades enteras y todas sus gentes enloquecían de la infección. Todos estaban entusiasmados y no se entendían entre sí. Cada uno de ellos pensaba que solo él estaba en posesión de la verdad y considerado despreciado  por los demás, se golpeaba  el pecho, lloraba, y retorcía sus manos. No sabían cómo juzgar y no podían ponerse de acuerdo respecto a qué considerar malo y a qué bueno; no sabían ya más a quién culpar y a quién justificar. Se mataban los unos a los otros con una especie de rencor insensato. Se  reunían entre sí en ejércitos los unos contra los otros, pero incluso en su avance los ejércitos empezaban a  atacarse unos a otros, las jerarquías de mando se rompían y los soldados se atacaban unos a otros, se apuñalarían y cortaban  trizas, se mordían y devoraban. La alarma sonaba todo el día en los pueblos; los hombres iban a la carrera de un lugar para otro, pero nadie supo por qué estaban siendo convocados ni quién les estaba convocando. Los oficios más corrientes eran abandonados, porque cada uno proponía sus propias ideas, sus propias mejoras, y no podrían estar de acuerdo. El campo también había sido abandonado. Se reunían en grupos, se ponían de acuerdo en algo, juraban no separarse, pero de inmediato iniciaban algo bien distinto de lo acordado. Se acusaban los unos a los otros y luchaban y se mataban entre sí. Había conflagraciones y hambre mundiales. Todos los hombres y todas las cosas estaban implicados en la destrucción. La plaga se extendía y expandía más y más allá. Sólo unos pocos hombres en el mundo entero podían ser salvados. Ellos eran un grupo de gentes puras escogidas, destinadas a fundar una nueva raza y una nueva vida, renovar y purificar la tierra, pero nadie había visto hasta entonces  a estos hombres, nadie había oído sus palabras y sus voces».

Juan:

“Lo que olvidé citar de unos párrafos antes en el mismo epílogo fue lo siguiente”:

«Pero ése es el principio de una nueva historia de la renovación gradual de un hombre, la historia de su regeneración gradual, de su paso de un mundo a otro, de su iniciación en una nueva vida desconocida. Ése podría ser el asunto de una nueva historia, pero nuestra historia presente ha acabado».

“La historia que para el Raskolnlikov de Dostoyevsky en 1917 había acabado, para nosotros esté por empezar… soñemos cuanto menos en encontrar a la epidemia remedio, por lo menos endulzará los días que nos quedan por vivir… claro que con el Big Brother, George Bush, que vaya atizando el fuego sagrado de la vendetta donde quemar al “maligno” de Bin Laden, ¿quién sabe cuál va a ser nuestro destino? –me refiero el de la pobre Humanidad.

¿Qué seguimos pensando en grupo o nos limitamos a resonar?”

Juan Campos lucha para que podamos seguir pensando en grupo. El 23 de febrero hace una presentación general e interpretación de los movimientos de visitas habidas en los diferentes tracks en el Forum de debate. El 22 de marzo,  un mes después de haberse celebrado la mesa redonda, por un lado, avisa a los miembros que el III Congreso Virtual ha terminado y también el primer tramo de la experiencia, aunque la página de la mesa sigue abierta ya que, como decía al principio, salir al final del Congreso no quiere decir que la mesa termine, sino que realmente empieza. Sugiere la confección de un CD con los materiales generados y que para tal fin había juntado en un sólo archivo todas las líneas de discusión que se mantuvieron del Foro reservado y un cuaderno, con todas las contribuciones y circulares enviados a la mesa. Por otro lado, informa que él sí pensaba continuar con la mesa y que el próximo tramo tiene por meta el XXIX Symposium de la SEPTG  en Mallorca donde se había comprometido a coordinar un taller «Electrones para la Paz», un presencial para el que, de la misma forma como para el virtual usamos de tabla de lanzamiento la «Receta para la paz…» de Trigant Burrow, esta vez allí se usarán, con el permiso de los miembros de la mesa, los escritos y foros de la mesa. La investigación grupoanalítica para Juan es un proceso continuo. Envía un último mensaje en Abril 2002 a los miembros de aquella mesa redonda invitándolos a una lectura crítica de lo que hasta ahora fue la andadura compartida, guiándolos a través de todos los pasos posibles de la página, invitándoles a inscribirse a continuar esta aventura a través de la guerra y la paz. Quizás el silencio también es una forma de guerra, de ataque. No es la primera vez que lo pensamos.



[1] Art. 1 de la Constitución de la UNESCO: “Puesto que las guerras nacen en la mente de los hombres, es en la mente de los hombres donde deben erigirse los baluartes de la paz”.

[2] Burrow, T.: «The Biology of Human Conflict» -An Anatomy of Behaviour individual and social», New York, MacMillan, 1937

Burrow. T.: «The Neurosis of Man – An introduction to a Science of Human Behaviour».London: Routledge & Kegan Paul. New York: Harcort, Brace, 1949. Full text is included in «Science and Man’s Behaviour -the contribution of Philobiology» ed. by William E. Galt. New York: Philosophical Library, 1953
Burrow, T.: «»Prescription for peace-the biological basis of man’s ideological conflicts.» in «Explorations in Altruistic Love and Behaviour» edit by Pitirim B. Sorokin Boston: Beacon Press, 1950.

[3] Ben Davidson, Editor Invitado para el Special Issue of Group Analysis, «Group Analysis in the New Millennium» que aparece en marzo 2002. Se trata de una aventura editorial , guiada por principios grupoanalíticos, que al poner a disposición de los autores invitados un fórum donde hospedar sus borradores facilita la fertilización cruzada con las ideas en estado nacientes del grupo de autores y la coordinación editorial

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