Grup d’Anàlisi Barcelona: Un Grupo de Referencia


Introducción

Hanne Campos

El cambio más trabajoso de esta década fue la evolución de Gd’AB como grupo de referencia (véase orígenes de Gd’AB). Como afirma Juan Campos en su último trabajo sobre el Plexus profesional, “todo analista requiere un grupo fiable de colegas donde existan las condiciones de seguridad psicológica y material suficientes para poder referir y seguir  procesando sus experiencias y contrastando sus  ideas”; a este grupo le llama grupo de referencia[1]. La función de referente implica promover “un grupoanálisis operativo aplicado en situaciones multi y transdisciplinares en las que el proceso analítico de entendimiento, explicación y comprensión tiene el objetivo de operar sobre este mismo proceso de manera que la explicación y comprensión puedan cambiar y cambien a través del desarrollo de una epistemología y metodología convergentes.

(1) Juan Campos Avillar (1991) en “Il laboro formativo…”: “Ningún terapeuta, y menos si  es  analista,  puede  vivir  en aislamiento. Precisa, primero, de un grupo de colegas de quienes aprender el oficio,  y con el cual identificarse,  necesitará luego un grupo  al que pertenecer que le respalde y acredite y, finalmente, requiere un grupo  fiable de colegas donde existan las condiciones de seguridad psicológica y material suficientes para poder referir y seguir  procesando sus experiencias y contrastando sus  ideas. A estos tres tipos de grupo denomino respectivamente  grupo de  identificación, grupo de pertenencia y grupo de referencia.”

Las personas que constituían el grupo al principio de la etapa no tenían más elección que elaborar las pérdidas y duelos mencionados anteriormente y las problemáticas subsiguientes. Existen documentos de los diálogos de estas elaboraciones habidas en una lista virtual que —como algunos otros— por el momento decidimos no publicar ya que se trata de manifestaciones y opiniones de y sobre personas aún vivas. Hacia el año 2004 el grupo queda constituido por las cuatro personas que sostienen este trabajo grupal durante esta etapa y que se reúnen como fue habitual quincenalmente.

Grupo puede usarse en el sentido de dispositivo técnico diseñado para diversas prácticas en los ámbitos de la terapia, la educación y la investigación, o bien en el sentido de grupo como contexto, encuadre, situación, es decir, aquel espacio desde el que se gestan todas las operaciones mencionadas incluido el avance de los propios marcos o esquemas. GdAB se entiende en este último sentido. Durante esta etapa GdAB se establece como base operativa de todos los proyectos. Es desde esta base que se articula la alternancia entre los grupos presenciales y virtuales, entre el diálogo y las elaboraciones por escrito, entre los grupos pequeños y los grupos más amplios, como puede verse en las dos últimas etapas reseñadas en el blog. Es en este sentido que nos guía el esquema y, más que a promover modelos de identificación en el ámbito del trabajo grupal, nos impulsa a fomentar una cultura grupal. Lo que sigue son relatos de los procesos y comentarios correspondientes a los cambios contextuales, conceptuales y metodológicos de esta etapa.

Inscripción Histórica

Pere Mir

En sus orígenes, Grup d´Anàlisi Barcelona se fundamenta en la tradición que arranca del término grupoanálisis. No obstante, es necesario precisar que cuando se habla de grupoanálisis lo podemos hacer desde la perspectiva de T. Burrow o desde la de S.H. Foulkes. Para T. Burrow- quien originariamente acuña el término aunque luego lo compagina con el de filoanálisis, o análisis de la especie- el grupoanálisis tiene como su principal objetivo investigar las dificultades y los impedimentos a una función grupal coordinada. Es, por tanto, un método grupal de análisis que presupone la participación subjetiva de todos los miembros de un grupo social. Cada investigador se constituye al mismo tiempo que en sujeto observador en objeto a ser observado.

Para poder llegar a este punto fue necesario que se pudieran pensar las neurosis no sólo desde el punto de vista individual sino también colectivo. En las neurosis individuales la solución clásica era el psicoanálisis, pero con el estallido de las dos guerras mundiales el panorama cambió drásticamente. En la primera Guerra Mundial (1914-1918) se dio el nombre de “neurosis de guerra” a un conjunto de síntomas que padecían muchos soldados destinados en el frente de batalla. Ante este importante fenómeno, el psicoanálisis intentó explicar estos trastornos en función de los antecedentes históricos de las personas aquejadas del síndrome durante el V Congreso Internacional de Psicoanálisis celebrado en Budapest en 1918. Freud, por supuesto, era partidario de abordar las neurosis de guerra desde la perspectiva individual.

Freud, aun reconociendo las neurosis colectivas, consideraba que el método psicoanalítico se atascaba en una doble dificultad: primero había que establecer un criterio de normalidad para el diagnóstico de una comunidad cultural en la que todos los miembros son neuróticos y , en segundo lugar, encontrar la autoridad que permitiera imponer un tratamiento analítico a esa comunidad.

Es obvio que desde el posicionamiento basado en una concepción social centrada en el individuo, las únicas respuestas posibles se establecen a través de un líder o de una idea líder.  Los resultados de la aplicación de esta perspectiva individualista fueron siempre bastante desalentadoras como se demostró al intentar resolver las discrepancias aparecidas en el seno de la Asociación Psicoanalítica Internacional desde su fundación en 1910 o, por poner otro ejemplo, las rupturas de Freud con Jung y Adler fueron, sin lugar a dudas, consecuencia directa de la aplicación del método autoritario.

Fue T. Burrow quien realizó la primera investigación psicoanalítica del principio de autoridad que incluyó la función analítica de un proceso grupal llevado a cabo por un grupo. Burrow presentó las conclusiones a las que llegaron él y sus colaboradores en el Congreso de Bad Homburg de 1925 con el título “El Método de Laboratorio en Psicoanálisis”. Aquél mismo año, Burrow expuso su método ante la Asociación Americana de Psicoanálisis bajo el nombre de “El Método Grupal de Análisis”.

Burrow había iniciado sus investigaciones sobre la patología del grupo y de la comunidad junto a su colaborador Clarence Shields alrededor de 1918. El trabajo de ambos se origina en el momento que Shields – analizado de Burrow- le cuestiona a éste la coherencia de su posición analítica y de la interpretación que le ha dado y le desafía a un cambio de roles: Shields será el que ocupe la posición de analista y Burrow la de analizando. Burrow- siendo un científico en todos los sentidos- aceptó el reto. Esta experiencia analítica peculiar se extendió desde 1918 hasta 1923 fecha en la cual tanto Burrow como Shields sintieron la necesidad de buscar un grupo experimental más amplio que les posibilitara investigar las dificultades interrelacionadas encontradas entre ambos trasladándolas al banco de pruebas- al laboratorio en vivo-del grupo; aplicando para ello el método grupal de análisis.

Este grupo ampliado compuesto por individuos “normales” y neuróticos-formado por colaboradores, pacientes y alumnos de Burrow, así como miembros de su familia- emprendió un estudio intensivo de los factores básicos del conflicto humano tanto en sus aspectos individuales como sociales que culminó en la creación de la Lifwyn Foundation for Laboratory Research in Analytic and Social Psychiatry en 1927.

El método grupal de análisis nació de esta experiencia llevada a cabo por un grupo mediano- eran unas veinte personas- en un taller intensivo de carácter residencial. En este primer grupo, no sólo se producían reuniones grupales formalmente establecidas dirigidas todas ellas a desenmascarar las motivaciones latentes de las expresiones manifiestas de comportamiento sino que se estableció un proyecto importante como era la lectura y discusión del libro- Our Common Consciousness– escrito por Burrow en relación al análisis compartido con Shields.

Las investigaciones iniciadas en el Lifwyn Camp continúan en la actualidad practicadas por diversos investigadores bajo el nombre de Social Self-Inquiry que se podría traducir como: “Investigación Participativa del Yo-mismo Social”.

Burrow fue un precursor de las psicoterapias de grupo aunque nunca llegara a practicarlas. La diferencia entre el grupoanálisis que sostenía Burrow y las psicoterapias de grupo de la época residía en que en éstas el grupo se concibe como un conjunto de pacientes cuyo pensar, sentir y comportarse se ha de readaptar a situaciones socialmente aceptadas donde no se cuestionen ni los criterios de normalidad prevalentes en una comunidad determinada ni tampoco la autoridad del terapeuta para interpretar. Para Burrow, el grupoanálisis consistía en poner el énfasis en el aspecto de la investigación en el grupo y en la inclusión constante y continua del investigador como parte del material a observar.

Un renovado interés por lo específicamente grupal surge de nuevo durante la segunda Guerra Mundial (1939-1945). En este período, el discurso psicoanalítico ya no sitúa la neurosis- el síntoma del conflicto- únicamente en el ser humano individual sino que tanto los psiquiatras como los médicos militares pueden pensar en el espacio social del grupo como lugar idóneo para los neuróticos de guerra. Esta nueva perspectiva tuvo sus consecuencias más allá del tratamiento de las neurosis de guerra como fue el inicio de muchas investigaciones y experiencias alrededor de las personas y los grupos humanos. No sólo se reintegraron los soldados a la vida civil e industrial sino que el cambio de orientación generó un movimiento de las llamadas comunidades terapéuticas y de las psicoterapias de grupo y se fomentó el interés en grupos específicos como la familia y las instituciones.

En el mencionado escenario de la segunda Guerra Mundial aparece S.H.Foulkes con la que podríamos llamar la segunda versión del grupoanálisis. Foulkes era un psicoanalista de origen alemán emigrado a Inglaterra cuando los nazis obtuvieron el poder en Alemania. Discípulo del famoso neurobiólogo K. Goldstein y habiendo leído algunos de los trabajos de Burrow utilizó el grupoanálisis con fines psicoterapéuticos. Si bien no será hasta los inicios de la segunda conflagración mundial cuando empezó a juntar algunos de sus pacientes individuales en grupo, su interés por las cuestiones grupales y por sus fenómenos concomitantes ya anidaban en su pensamiento desde hacía tiempo. Y será en el Hospital Militar de Northfield cuando con otros psiquiatras militares puso en práctica y compartió innovadoras experiencias grupales con los soldados que estaban hospitalizados provenientes del frente de batalla.

Una vez concluida la guerra, Foulkes fundó la Group Analytic Society en 1952 y puso en marcha Group Analysis International Panel and Correspondence (GAIPAC) en 1967, uno de sus proyectos más ambiciosos y fructíferos creado como un grupo grande de estudio y/o un laboratorio continuo por correspondencia del que surgió el movimiento grupoanalítico europeo.

Ambas versiones del grupoanálisis- la de Burrow y la de Foulkes- poseen en común el convencimiento de que el grupo es la matriz de los procesos mentales en el individuo y que estos procesos son de naturaleza transpersonal. Esta hipótesis le llevará a Burrow a formular la Neurosis del Hombre como Neurosis de la Especie mientras que a Foulkes le condujo a la Teoría Reticular de las Neurosis. En cualquier caso, tanto Burrow como Foulkes lo que pretendían era superar las falsas dicotomías entre causa y efecto, físico y mental, consciente e inconsciente, por nombrar algunas. Dicotomías introducidas por la evolución del lenguaje en la especie humana tanto a nivel ontogenético como filogenético.

Lo que los diferencia es que Burrow, a medida que sus investigaciones avanzaron, hizo pública su teoría como resultado de una praxis radical que retroalimentaba y modificaba aquélla. Y Foulkes, en cambio, habló más de su método que de su teoría lo que quizá le dificultó escribir su libro sobre teoría que tantas veces había prometido.

El posicionamiento de Burrow lo lleva a separarse de la institución psicoanalítica y del psicoanálisis individual. Uno de los objetivos de Burrow era que fuera la propia comunidad de psicoanalistas quien se aplicara a sí misma el método grupal de análisis. Para Foulkes, sin embargo, siempre estuvo convencido que el desarrollo del grupoanálisis debía de producirse dentro del contexto de las psicoterapias de grupo y al margen del psicoanálisis.

Contexto de Grup d’Anàlisi Barcelona

Pere Mir

Juan Campos, en su último trabajo sobre el Plexus profesional, afirmaba que: “todo analista requiere un grupo fiable de colegas donde existan las condiciones de seguridad psicológica y material suficientes para poder referir y seguir procesando sus experiencias y contrastando sus ideas” [1].

Juan fue el ideólogo de Grup d´Anàlisi Barcelona-Sociedad Cooperativa de Servicios-(Gd’AB). Seguramente, llevaba años pensando en crear un proyecto en el que participaran un reducido grupo de sus más íntimos colaboradores. Esta asociación cooperativa de servicios se concibió como un espacio de investigación científica y de elaboración teórica con respecto a los procesos mentales y a las dinámicas grupales implícitas en el convivir humanos. Se concibió como “grupo de referencia, y como lugar socio-profesional promotor de grupos y actividades grupales cuyo objetivo es la investigación, conceptualización y transmisión oral y escrita de la función analítica en cuanto atañe a individuos, grupos, instituciones y a la sociedad en sus interrelaciones mutuas” [2].

En definitiva, Grup d’Anàlisi Barcelona se constituyó como un punto nodal más dentro de la red europea del grupoanálisis. El objetivo de Gd’AB era desarrollar una actitud analítica que permitiera establecer contextos sociales donde se pudieran estudiar los distintos factores (sociológicos, psicológicos y fisiológicos) que dificultan y en ocasiones imposibilitan la capacidad de acción cooperativa del ser humano como individuo y como especie. Grup d’Anàlisi Barcelona fue el resultado del recorrido personal y profesional de Juan a lo largo de muchos años de su vida y que se concretó-alrededor de 1988-en tres aspectos fundamentales que estuvieron en los orígenes de Gd´AB.

El primero de ellos tiene que ver con los contactos iniciales que Juan mantuvo con los miembros de la Lifwyn Foundation -grupo grupoanalítico establecido por Burrow en 1927- y, en concreto, con Alfreda Galt -secretaria de la fundación- y con Hans Syz su presidente en aquella época. El segundo aspecto se centra en la invitación que Juan Campos le hizo a Pat de Maré-pionero en el trabajo con grupos grandes y uno de los pensadores más notables que ha tenido la Group Analytic Society desde su fundación-para conducir un taller experiencial intensivo en grupo grande en Barcelona y otro en Pamplona dentro del simposio anual de la Sociedad Española de Psicoterapia y Técnicas de Grupo (SEPTG). La influencia de Pat sobre Juan fue muy importante en el sentido que Juan vislumbró el grupo grande como un poderoso instrumento para conseguir un cambio social.

El tercero y último aspecto recoge la propuesta de Juan al Executive Committee y al Board of Directors de la International Association of Group Psychotherapy(IAGP) de la posibilidad de establecer una Specialized Analytic Section en Grupoanálisis basándose en el Artículo X de la constitución de la IAGP. Su propuesta fue aceptada en parte por el Board of Directors de la mencionada asociación mediante el título de Study Group for Group Analysis.

Estos tres aspectos constituyeron para Juan la base para desarrollar un grupoanálisis transdisciplinar y transnacional y también estuvieron en el pensamiento de Juan a la hora de crear el proyecto de Gd’AB.

Los objetivos de Gd’AB habían sido elaborados progresivamente y sostenidos en la práctica analítica individual y grupal por parte de un reducido grupo de profesionales a nivel local, nacional e internacional. También se concretaron distintos intentos de hacerlo dentro del contexto de organizaciones profesionales ya establecidas-en el espacio de Grupo Análisis Internacional-como fue el Col.lectiu de Treball Grupal Barcelona (1980)que se hizo cargo de la ponencia “Enfocament Grupal per un Servei Nacional de Salut del VII Simposio de la SEPTG en Palma de Mallorca; en Convergencia Analítica Internacional que nació en 1981 en el seno del Congreso Mundial de la IAGP celebrado en Copenhague en 1980 y de Grupo Análisis Operativo que surgió de la preparación de la subplenaria del Congreso de Zagreb sobre “ Un diálogo pendiente entre E. Pichón Riviere y S.H. Foulkes de 1985, para terminar con la constitución en el seno de la IAGP de una red de Study Groups in Group Analysis en 1987 que, posteriormente, dio lugar a la correspondiente Section of Group Analysis en 1993.

La reflexión sobre todas estas experiencias sería la que llevó a adoptar el marco legal de una cooperativa -Gd’AB- como el modelo de organización para impulsarlas en 1989. Se podría distinguir entre las actividades llevadas a cabo por cada uno de los miembros de Gd’AB de las que se desarrollaron colectivamente como grupo. No obstante, lo importante tanto en un caso como en el otro era que el trabajo se contrastaba en el seno del grupo de referencia constituido por GdAB. Un buen ejemplo de ello es la historia del Grupo Grande.

El Grupo Grande nació como resultado de las Jornadas “En el Grupo Grande con Patrick B. de Maré” que tuvieron lugar en Barcelona  a finales de mayo de 1988 y que fueron promovidas por la Zona Norte y la Zona Este de la SEPTG aprovechando la invitación que se le hizo a Pat para que condujera una experiencia puntal de grupo grande en el marco del simposio de la SEPTG celebrado en Pamplona y cuyo tema era “ Encuentro y Alienación”. La experiencia intensiva de las Jornadas en Grupo Grande en Barcelona propició que el grupo- animado por el propio Pat -decidiera continuar con la investigación grupal en su propio entorno social reuniéndose de un modo regular cada quince días. A partir de ese momento, el grupo atravesó varias etapas que sería importante exponerlas brevemente.

En una primera etapa -que duró aproximadamente un año- la experiencia de las Jornadas constituyó un referente mítico para el grupo. La misma persona de Gd’AB que había compartido la convocatoria con Pat de Maré se hizo cargo de la convocatoria del grupo que fue semi-abierto y asistieron unas treinta personas de manera bastante estable.

En la segunda etapa que se prolongó por espacio de más de dos años y que siguió convocado por la misma persona se produjo un movimiento de entrada y salida de miembros. Las preocupaciones del grupo se centraron en su identidad como tal, se evitaron los discursos excluyentes de las diferentes disciplinas y se expresó la necesidad de un espacio donde se pudiera construir un lenguaje compartido y donde tuvieran cabida los distintos discursos. La cohesión del grupo fue alta. El final de esta etapa lo marcó el hecho que la persona que convocaba decidió depositar esta responsabilidad en el grupo como un todo. Este cambio metodológico fue el resultado de una reflexión teórica de los tres años de experiencia en Barcelona; reflexión que iba más allá de las que formuló Pat de Maré y sus colaboradores en Londres.

Cuando el grupo asumió la convocatoria se produjo una pérdida en el número de asistentes y se hicieron más evidentes las necesidades narcisísticas de cada uno y la dificultad en el modo de poderse cuestionar las problemáticas comunes. Todo ello llevó a Gd’AB a plantearse los temas del narcisismo y de la identidad grupal que condujo al Simposio/Laboratorio Intergrupal sobre “Metamorfosis de Narciso: Identidad grupal o cultura grupal dentro de un contexto de un grupo de grupos que se constituyeron para trabajar el tema. En una primera fase, el trabajo se realizó mediante el intercambio de escritos que precedió al encuentro cara a cara del Simposio. Gd’AB se hizo cargo de la convocatoria, coordinación y organización de la experiencia lo que supuso que durante un año y medio se utilizó la mayor parte del tiempo en la elaboración de los escritos. Se observó que desapareció la preocupación inicial sobre la identidad grupal al tiempo que se fue consolidando una manera de hacer colectiva teniendo como marco de referencia una posible metamorfosis del narcisismo hacia una cultura grupal. La riqueza del intercambio y las reflexiones con los demás grupos participantes en la experiencia contribuyó a que se ampliara el espacio de grupo de referencia del grupo grande.

En una segunda y última fase, se elaboró un documento común para el Simposio con la correspondiente recogida del intercambio de los escritos de los siete grupos que a nivel nacional participaron en la experiencia lo que conllevó que Gd’AB asumiera las funciones de un grupo de tarea. Durante todo este tiempo las ideas del grupo giraron alrededor de dos temas centrales: la identidad grupal y un intento de encontrar formas de funcionamiento grupal que posibilitaran la creación  de una cultura común en lugar de una identidad común.



[1] Juan Campos Avillar en Il laboro formativo…1991

[2] Folleto de <Grup d´Anàlisi Barcelona Soc. Coop.Ltda>. Esquema Conceptual, Organización, Objetivos y Actividades, 1989. Junio 1989

 

Otros proyectos de Grup dAnàlisi Barcelona

Pere Mir

Además de la actividad del Grupo Grande, Grup d’Anàlisi Barcelona llevó a término diversos proyectos en diferentes contextos que-de un modo muy breve -se detallan a continuación.

A NIVEL UNIVERSITARIO
  • A. En el Programa de Doctorado de Sociología de la Salud del Departamento de Sociología de la Universidad de Barcelona se impartió-desde 1988-la asignatura Método Grupal de Análisis pensada como propedéutica al aprendizaje en Ciencias Sociales. La asignatura estaba constituida por dos partes. La primera pensada como experiencia en grupo mediano y la segunda como reflexión a partir de la mencionada experiencia contrastándola con el pensamiento de T. Burrow y de S. H. Foulkes creadores de los métodos grupoanalíticos. El objetivo final de la asignatura era vencer las resistencias de cada participante a un trabajo cooperativo entre personas que provenían de disciplinas diferentes y con distintos niveles de conocimientos y formación.
  • B.  Uno de los miembros de Gd’AB realizó-en el marco de las Licenciaturas de Pedagogía y Psicología-un trabajo de dinamizar sus grupos clase tanto por lo que se refiere a los seminarios de 10-20 alumnos como a los grupos teóricos de más de 150 alumnos con el objetivo de activar la participación del alumnado en la tarea de construcción del conocimiento. Ello implicó considerar el aula como un grupo grande donde se propusieron actividades de discusión grupal y no se priorizó la transmisión unidireccional del conocimiento, cuestionando el modelo profesor-alumno. Se consiguió crear redes multidireccionales de comunicación para la construcción del saber.
  • C. En el Master en Psiquiatría Social de la Facultad de Medicina de la Universidad de Barcelona se ofreció una asignatura a lo largo del segundo año titulada: Grupoanálisis: Aspectos Teóricos y Experienciales dividida en dos partes. En la primera se contemplaba el aspecto exclusivamente teórico y se situaba el grupoanálisis dentro del marco histórico de las psicoterapias de grupo. Se hacía especial referencia a la obra de T. Burrow y se desarrollaba el pensamiento de S. H. Foulkes. Si bien el aspecto teórico del curso era importante, el acento recaía en la dimensión experiencial porque, dada la carencia en la universidad de espacios de reflexión, cuestionamiento y elaboración, se pensó en que el alumno recibiera una manera alternativa de enseñar distinta de la tradicional en los medios académicos.
A NIVEL DE GRUPOS COMUNITARIOS Y DE AUTOAYUDA
  • Uno de los miembros de Gd’AB promovió una asociación de padres, posiblemente influido por la cultura grupal adquirida en el Grupo Grande y que puede aplicarse en diferentes tipos de comunidades con unas determinadas problemáticas sociales.
A NIVEL DE INSTITUCIONES SANITARIAS
  • Experiencias grupales en un programa de formación continuada de enfermería. El proyecto consistió en una colaboración-desde 1990-con Formación Continuada de Enfermería de un hospital general aplicando un trabajo grupal con enfermeras y auxiliares de enfermería de los servicios de oncología y pediatría. El trabajo se originó a partir de la demanda de ciertos profesionales con dificultades en el cuidado de los pacientes graves. Se crearon espacios de reflexión grupal donde los participantes pudieron expresar, compartir y elaborar de manera conjunta las dificultades planteadas. Dos miembros de Gd’AB co-condujeron los grupos mientras que otro miembro de Gd’AB supervisaba la experiencia.
  • Un año después, Formación Continuada realizó una nueva demanda de formación para el personal de enfermería del área de cirugía. La demanda, básicamente, se centraba en las relaciones interpersonales tanto con los pacientes como con el equipo. Como resultado de la mencionada demanda se creó un grupo multidisciplinar en el que estuvieron presentes médicos, enfermeras, auxiliares, técnicos, asistentes sociales, fisioterapeutas y psicólogos. Esta experiencia multidisciplinar generó una nueva demanda centrada en un programa que incluyera contenidos teóricos. El programa se condujo en una situación grupal en la que se facilitó la articulación entre los contenidos teóricos y la práctica. Así, la reflexión sobre la experiencia fue el motor de los intercambios entre los participantes de los diferentes grupos.
  • Tres miembros de Gd’AB llevaron a cabo un trabajo de investigación en una institución sanitaria relacionada con la falta de motivación del colectivo de enfermería debido a una demanda de Formación Continuada y de la Asociación Profesional de Enfermería. El trabajo se llevó a cabo con una metodología grupal y se elaboró y redactó un documento que fue publicado por la institución.
  • El equipo asistencial de un CAP recabó la ayuda de un miembro de Gd’AB para la planificación y supervisión de un proyecto de asistencia grupal.
ÁREA DE PUBLICACIONES

En cuanto a las publicaciones más destacadas cabe señalar la edición bilingüe (castellano-inglés) del libro de Pat de MaréLa Historia del Grupo Grande» que posibilitó que la editorial inglesa Karnac Books se decidiera a editar otro libro del mencionado autor titulado “ Koinonia. From Hate through Dialogue to Culture in the Large Group” en 1989.

El ensayo de Juan CamposDel sueño de Irma al sueño de Mira. Sueños Profesionalestambién fue publicado por Gd’AB en una edición en catalán y castellano. Asimismo, de T. Burrow se publicaron “The Structure of Insanity” de una edición en facsímil del original inglés editado por la editorial Penguin en 1932 y sus correspondientes versiones bilingües castellano-inglés y alemán-inglés en 1992 y 1993 respectivamente (versión en castellano).

En el XII Congreso de la IAGP celebrado en Buenos Aires en agosto de 1995, Juan Campos fue entrevistado por la licenciada Nora Speir y la Doctora Graciela Ventrici para la Revista Argentina de Psicología y Psicoterapia de Grupo. Como resultado de esta entrevista, Juan Campos escribió el libro “Una historia de la AIPG: hechos y hallazgosen colaboración con sus colegas de Gd´AB.

Uno de los objetivos de G’dAB a lo largo del tiempo fue el intento de capacitar a las personas para que incorporaran el método grupal de análisis y adoptaran una actitud grupoanalítica en sus actividades profesionales independientemente de cual fuera ésta. Así, podrían enriquecer sus disciplinas de origen y su formación especializada sin que, por ello, acabaran siendo psicoterapeutas profesionales.

Por este motivo, se programó el Tercer Workshop en Grupoanálisis sobre el tema “Del Psicoanálisis al Grupoanálisis: el difícil camino hacia una cultura grupaldonde no sólo se sometió a un examen crítico los medios tradicionales de producción y difusión del conocimiento grupoanalítico, sino también el de su trasmisión.

Es interesante recordar que todos los cambios organizativos y funcionales del grupo grande, del grupo núcleo y del resto de actividades y proyectos llevados a cabo por Gd´AB fueron siempre el resultado de una elaboración grupal por parte de Gd´AB.

En aquella época-1994 -Gd’AB estaba constituido por: Joan Campos Avillar, Hanne Campos, Susana Jover Fulgueira, Pere Mir Rodés, Isabel Admetlla i Admetlla y Mercé Martínez Torres.

METODOLOGÍA, GRUPO DE ANÁLISIS.

A lo largo de los más de veinte años de funcionamiento de Gd’AB y con la experiencia de numerosos proyectos y experiencias grupales tanto a nivel nacional como internacional-como se ha mencionado en el apartado anterior-se fue gestando un tipo de metodología de funcionamiento que siempre se nos hizo a los componentes de Gd’AB muy difícil de conceptualizar y de poner por escrito. Quizá ahora, después del tiempo transcurrido y de las dolorosas pérdidas sufridas en el seno del grupo núcleo- Susana Jover y Juan Campos- nos hemos atrevido el resto de miembros de Gd’AB que seguimos en activo ( Hanne Campos, Mercè Martínez y Pere Mir) a intentar definir algunos conceptos que hemos venido utilizando a lo largo de los años.

Desde nuestro primer Simposio/Laboratorio Intergrupal convocado por Gd’AB con el título Metamorfosis de Narciso: Identidad Grupal o Cultura Grupal uno de nuestros objetivos fue investigar el tema de la identidad grupal y el intento – harto complejo-  de encontrar formas de funcionamiento grupal que priorizaran la creación de una cultura común en lugar de una identidad común.

La identidad grupal se basa en una manera determinada por la que definimos nuestra relación con el mundo simbólico. Esta manera consiste en relacionarlos con aquél a través de una figura de autoridad o idea líder con lo cual se obvia al ser humano como formando parte de la especie.

La dificultad de la relación entre los miembros individuales y la colectividad es que- ya sea un individuo o ya sea un grupo- se apropien de este mundo simbólico provocando no sólo el dominio de unos sobre otros sino que, además, imposibilita cualquier tipo de deliberación plural.

Estos espacios plurales-de diálogo grupal compartido- pueden ser, por un lado, un lugar donde elaborar los aspectos agresivos de la convivencia humana y, por otro, espacios que nos faciliten crear unos códigos compartidos para abordar los problemas humanos desde un lenguaje común. La dificultad para pensar desde lo grupal reside en el hecho que lo social siempre se infiere desde lo individual y, lamentablemente, poco hemos avanzado en este terreno.

A través de espacios grupales de encuentro, el instrumento utilizado por Gd’AB fue el grupo pequeño, el grupo mediano y el grupo grande, se podría acceder a la creación- mediante un método específico de análisis- a una cultura grupal que es la base para una convivencia más solidaria. Este método grupal de análisis implica contemplar al individuo en función del grupo y a éste en función de un colectivo mayor. De hecho, el método grupal de análisis presupone que el análisis individual queda incluido en el análisis social. Este grupo de análisis que utiliza para su trabajo e investigación la metodología grupal de análisis es un espacio transicional de análisis donde, con una frecuencia regular y continuada, se pueden encontrar las personas que estén interesadas en afrontar de manera grupal determinados cambios tanto individuales como sociales. Además, este espacio denominado grupo de análisis es un lugar de investigación continuada en el cual cada miembro participante puede cuestionarse sus conocimientos, creencias e ideologías en función del cambio que se plantee.

Evolución de Grup d’Anàlisi Barcelona

Mercè Martínez

A partir de 1998, los proyectos de Gd’AB están fuertemente vinculados al Foro de Grupo-análisis en castellano, a los de las Sociedades en las que participamos (SEPTG; IAGP) y, en menor medida, a algunos proyectos en curso relacionados con las publicaciones.

A lo largo de 1998, se incorpora al grupo Montse Fornós que estaba co-moderando el Foro de Grupo-análisis con Juan Campos y Mercè Martínez.

Uno de los últimos proyectos se centró en el trabajo sobre la Integración que empezó a elaborarse en la lista de Grupo-análisis, en un taller junto con la Zona Este de la SEPTG y, finalmente, se presento en el symposium de Segovia de la SEPTG.

La dinámica del grupo, que se reunió quincenalmente en casa de los Campos durante más de 10 años, cambia drásticamente cuando Juan y Hanne piden que se les releve del lugar de convocantes (junio del 2000). Así mismo, se pide una vez más clarificar los objetivos individuales y grupales y, actuar, como un verdadero grupo de análisis. Debo decir que no lo conseguimos –como grupo-, las reuniones se fueron espaciando, los mensajes cruzados no llevaron a una mayor clarificación de objetivos y que dejamos finalmente de vernos.

Entre el 2001 y el 2003, sí que algunos de nosotros nos habíamos seguido reuniendo en pequeños subgrupos y para temas específicos como: la publicación de las obras completas de Foulkes (Pere-Juan), actividades de la SEPTG (Hanne, Pere, Juan, Mercè) o los ciberproyectos (Juan-Mercè).

En febrero de 2004, Juan habla con los miembros de Grup d’Anàlisi BCN, hacía tres años que no nos reuníamos como grupo, y Juan pensaba en un cierre oficial. Quizás lo más significativo es que no recordábamos bien cuál fue nuestra última reunión, sí el clima, pero no cuando y donde.

Yo tenía guardados los últimos mensajes entre agosto y diciembre del 2000 y se los mande a Juan, tras releerlos y comentarlos, se considero que el grupo del 2000 ya estaba cerrado. Los cuatro que habíamos continuado en contacto y trabajando éramos ahora el grupo-núcleo de Gd’AB, en tanto que seguíamos considerando a éste como nuestro grupo de referencia y seguíamos teniendo proyectos comunes.

Del intercambio y de los comentarios de Juan en el 2004, si que pienso que vale la pena compartir algunos temas, en especial por qué estos también han surgido en otros grupos.

Liderazgo – Cambio generacional Procesos de cambio.

La petición de mayor implicación e iniciativa por parte del resto de grupo es vivida como un cambio de liderazgo, debida al relevo generacional y asustan los procesos de cambio implicados. Esto es interpretado de distintas formas.

Pere (2000): Las palabras de Juan referidas a su cambio de actitud (y el de Hanne) que pasarían a ser menos activos y por lo que seríamos nosotros -el resto del grupo- quien tenía, si quería, que alcanzar un papel diferente, posiblemente más activo. Se planteaba, en mi opinión, un cambio generacional, una especie de sucesión con toda la complejidad que ello conlleva.

Juan (2004):  No es la primera vez que algo parecido me pasa a mí. La primera estuvo con el grupo de co-visión que monté al llegar a Barcelona en 1963. Fue porque me cansé de ver cómo «se aprovechaban» de mi formación y experiencia sin darme a cambio el reconocimiento que yo no les había pedido. La segunda, y no sé si habrán más, fue a San Pablo cuando la Hanne que se cansó de ir conduciendo el grupo (Hanne piensa que fue más el grupo que no podía seguir sin un objetivo concreto de trabajo). Es decir lo mismo que nos proponíamos hacer con Grupo de Análisis Barcelona con un grupo más pequeño. Y pienso yo, que es también que ha pasado hasta ahora con el Foro de Grupo Análisis en Lengua Castellana.

(Mercè, 2000): yo particularmente considero que mi papel ha sido progresivamente más activo (como la idea del attelier donde el aprendiz a medida que aprende se va ocupando de más tareas del oficial y del maestro) y de apoyo En todo caso, habría confrontar el esfuerzo subjetivo que cree cada uno que pone en el grupo y en las tareas del grupo. Subrayo lo de «subjetivo» – por que no es compartido- y, en parte, esta puede ser una de las causas que hacen necesario el replanteamiento de roles y tareas.

Juan (2004): Los líderes no sólo hemos dejado de ser los convocantes del grupo sino que al alcanzar la tarea como líder (Pichon) aún se ve más dificultoso.

 Objetivos individuales, de grupo y de tarea

Mercè (2000): Para mí la agenda (en relación a proyectos y/o objetivos compartidos) no es lo más importante, quizás por que como os he dicho otras veces, el grupo no empieza y acaba en cada sesión, forma parte de mis actividades y de mi vida (no es un argumento retórico sino una especie de instrumento conceptual interiorizado).

Juan (2004): Cada vez que nos hemos encontrado en el impasse de continuar como grupo de referencia nos hemos abocado a transformarlo en un grupo de trabajo y con un trabajo concreto. Si repasamos las diferentes tareas llevadas a lugar, veremos que este ha sido el caso y ha coincidido con momentos de crisis

 Las relaciones entre Gd’AB y la SEPTG

(Mercè, 2000) Creo que la SEPTG ha sido justamente un elemento vinculador del grupo, a veces ha servido como referencia más amplia para analizar nuestra acción e influencia en un grupo (en proceso de institucionalización) grande. Esto lo hemos hecho una y otra vez en este y otros grupos o redes (IAGP, Workshops, Grup Gran de Barcelona, etc.). La parte negativa, para mí es: 1) cuando se crea confusión entre diferentes espacios y el análisis es prácticamente imposible;  y, 2) cuando se utiliza como maniobra de distracción de otra tarea u objetivo.
(Juan, 2004) Sí. Tienes bastante razón. Hay que saber qué se puede decir según donde se dice. Creo habernos pasado, al menos yo, más de una vez con la SEPTG. Pero si no fuera por eso no creo que la SEPTG hubiera llegado hasta donde ha llegado.

Grupo de anàlisis

(Hanne, 2000) Para mí, el grupo de análisis es un grupo de gente que se juntan para tratar las problemáticas de la vida humana – tal como nos conciernen en un momento dado – de una manera grupal, colectiva … intentando articular las divisiones discursivas varias e intentando guardar una mínima coherencia entre pensar y hacer …

(Juan, 2000) Queda bien claro lo que el grupo era para ella. Indirectamente cuestiona lo que significa para los demás. El pensar-hacer  quizás para los demás era bastante más difícil y tiene que ver con el grado de compromiso que el grupo representaba para cada uno y la libertad que, en consecuencia, tenía para dedicarle el tiempo y la energía que dedicaba.

(Juan, 2004): Lo más práctico es una buena teoría. Y de la que hemos hecho, y a mí me parece que he hecho bastante en este grupo ¿quien la ha recogido? Ni siquiera yo mismo. Hacer cosas prácticas es donde nos hemos refugiado para no ir pensando hacia delante. Creo.

 Metodología

a)     Libre asociación

(Hanne, 2000) En cuanto a la «asociación libre”… para mí forma parte de la metodología y siempre está en función de una cuestión, de una problemática. Para mí siempre ha habido un tema o temas sucesivos y, sobre todo, unos marcos de referencia y metodologías específicas con que enfocar los temas.

b)  Continuidad entre lo vivencial y lo escrito. Dificultad de analizar el propio análisis del grupo

(Mercè, 2000) ¿Por qué nos cuesta tanto darle continuidad a través del escrito (lo que hemos propugnado y trabajado en los grupos donde intervenimos) en el que trabajamos en el grupo? ¿Por qué no hemos activado nunca este grupo virtual?

Creo que hemos callado algunas cosas y que resulta cada vez más difícil hablar de ello. Algunas veces, por qué no sabíamos si era adecuado (al fin y al cabo no éramos tanto expertos), otros para no herir a los demás, pero sobre todo para mantener el ideal de igualdad (que no ha existido nunca) y de que las nuestras diferencias eran aceptadas y trabajadas en el seno del grupo. Pienso que más bien hemos hecho como si no hubiera diferencias (de edad, de formación, de pensamiento, de maneras de hacer). Con esto no quiero decir que no tengamos cosas en común, ni que el trabajo conjunto no haya sido provechoso. Señalo las dificultades que ha habido siempre a la hora de analizar el funcionamiento del propio grupo y, sobre todo, de poner en común que era para nosotros – no sólo en la práctica sino en el conjunto de nuestra vida- el grupo de análisis.

(Juan, 2004) Negar las diferencias, que sí lo he hecho, lleva a resentirse cuando no hay retorno. ¿Será por eso que los terapeutas cobran tanto como pueden y así hacen los maestros, y los supervisores? Antes las cosas no eran así. Los que hicimos el Juramento Hipocrático convencidos, creemos que los colegas y a los parientes de los colegas se les curaba y se les enseñaba el oficio gratis. O quizás, sea consecuencia de diez años del ejercicio del voto de pobreza en el Opus Dei. La Hanne se debe de haberse contagiado.

Los “cuatro” continuamos colaborando en distintos proyectos, a veces juntos y otras no. Mi sensación es que los proyectos de nuevo se articulan bastante con los intereses de Juan, especialmente, todos cuanto tienen que ver con lo virtual.

El trabajo intenso y continuado como grupo se reinicia con la preparación de la MedCom que explicamos con detalle en otro apartado.

 “… el conocimiento se vincula en todas partes con la estructura de la cultura, la organización social, la praxis histórica. No sólo es condicionado, determinado y producido por ellas, sino que también es condicionante, determinante y productor de ellas (lo que demuestra de modo evidente la aventura del conocimiento científico). Y siempre y por todas partes la cultura transita por las mentes individuales, las que disponen de una autonomía potencial, y esa autonomía puede, en ciertas condiciones, actualizarse y convertirse en pensamiento personal”. Cultura n Conocimiento. Edgar Morin

 

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